Comenzó el proceso de empalme entre los mandatarios electos y los salientes. En Cali ayer se reunieron los alcaldes Maurice Armitage y Jorge Iván Ospina, en el CAM, y las gobernadoras Dilian Francisca Toro y Clara Luz Roldán, en el Palacio de San Francisco.

La invitación para los nuevos gobernantes, que asumirán el 1 de enero, es a construir sobre lo construido. Los municipios y los departamentos no pueden ser proyectos de cuatro años, pues las grandes transformaciones toman tiempo. En ese sentido, es clave darle continuidad a lo que ha funcionado y a lo que va por buen camino.

Por eso es necesario pensar menos en proyectos de gobierno y más en proyectos de ciudad y departamento, de largo aliento. Para ello es necesario tener la capacidad de reconocer lo bueno y corregir lo que no funcione, porque nadie es infalible; lo primero requiere grandeza y para lo segundo se necesita independencia.

La gran ventaja en los casos de la Alcaldía de Cali y de la Gobernación del Valle del Cauca es que tanto al CAM como al Palacio de San Francisco llegarán equipos experimentados y eso es importante para avanzar, pues no se llega a aprender.

Si además se logra que las administraciones de la capital y el Departamento definan proyectos conjuntos de largo plazo, se podrían dar grandes saltos en temas como el transporte público y la movilidad, el agua y la competitividad. La Golbernadora electa y el Alcalde electo se conocen y ya han trabajado juntos en iniciativas públicas, eso ya es una ventaja.

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