Cali, octubre 9 de 2024. Actualizado: miércoles, octubre 9, 2024 16:49
Si no se logra un pronto acuerdo, la carestía se desbordará.
Los efectos del paro camionero son evidentes, sobre todo para los colombianos que han visto como los precios de la canasta familiar se han ido incrementando durante esta protesta que ya completa 24 días. En Cali, por ejemplo, un bulto de 25 kilos de arveja verde, que antes del cese de actividades de los transportadores costaba $50 mil, hoy no se consigue a menos de $220.000.
Que el 90% del parque automotor de carga esté parado ha provocado grandes pérdidas, aún no cuantificadas, al sector agrícola. En el norte del Valle, por ejemplo, se pudrieron 20 toneladas de guayaba y 40 de uva, que no pudieron ser distribuidas por falta de transporte.
Esta situación evidencia que el Gobierno Nacional tiene serias dificultades para manejar este tipo de protestas, pues no logra conjurarlas a tiempo y, al igual que ocurrió con el paro agrario, permite, al no lograr acuerdos, que cause gran afectación a la economía nacional.
Los camioneros sostienen que están operando con un precio que está 40% por debajo de los valores de referencia; por mover una tonelada de carga entre Medellín y Buenaventura los transportadores reciben $65 mil, pero, según ellos mismos, el valor real es de $95 mil. ¿Qué representaría para la economía nacional subir los fletes cuando Colombia tiene uno de los precios más altos de movilización de carga de América? Podría darse una gran afectación a la ya débil competitividad nacional.
En ese sentido, el Gobierno Nacional podría buscar una fórmula para reducir los costos de los transportadores, mediante la disminución del precio de los combustibles, aprovechando la caída del petróleo, y revisando el tema de los peajes, que en Colombia hay en exceso, tal vez con una tarifa diferencial, así no se aumentaría el valor de los fletes, que llevaría a un encarecimiento general de todo lo que se mueve por transporte terrestre.1
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