El proceso de recuperación financiera del Departamento adelantado por el Gobernador saliente es destacable.

Cuando Ubeimar Delgado llegó a la Gobernación del Valle del Cauca hace tres años y cuatro meses, dijo que el Departamento era un cadáver insepulto para figurar la compleja situación financiera en la que recibió la administración departamental.

En junio de 2012, cuando el Gobernador se posesionó, las obligaciones pendientes del ente territorial superaban el medio billón de pesos, una deuda cumulada a lo largo de 20 años durante los cuales los gobiernos comprometieron recursos por encima de la capacidad de pago del Departamento, lo que llevó a que el Valle del Cauca bajara de categoría en el ranking de desempeño fiscal y dejó a la administración seccional sin capacidad de inversión y sin acceso a crédito. En medio de este panorama, el Departamento tuvo que acogerse a la ley de quiebra.

Por eso es destacable que en tiempo récord la actual administración haya pagado casi el 70% de la deuda que encontró al inicio de su periodo, para ello Ubeimar Delgado tuvo que apretarse el cinturón y adelantar un gobierno austero. Los los frutos de este sacrificio ya comienzan a verse, tal y como lo desmuestra la recuperación de la categoría especial, lo que significa que el Valle del Cauca ha avanzado notablemente en tan solo un periodo en su recuperación financiera.

La nueva administración, que encabezará la gobernadora electa, Dilian Francisca Toro, encontrará un Departamento viable, y si se continúa la ruta de manejo responsable de las finanzas trazada por Ubeimar Delgado, en muy poco tiempo la administración departamental tendrá nuevamente capacidad para emprender obras y proyectos de gran envergadura.

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