Un proyecto tan importante debe tener su financiación totalmente asegurada.

Entre los muchos reclamos justos que le ha formulado el Valle del Cauca al Gobierno Nacional por el trato inequitativo que se le da al Departamento en el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo hay uno que es prioritario: el jarillón del río Cauca, pues hacen falta $60 mil millones para culminar las obras de reforzamiento del dique que protege a Cali de una inundación.

Un proyecto de tal importancia no puede quedar en vilo por una partida que, si bien es significativa, es baja al compararla con el monto total de las obras, calculadas en un billón de pesos.

El reforzamiento del jarillón del río Cauca a su paso por Cali es tal vez la obra de prevención de desastres más grande que se adelanta en Colombia en este momento, y por la magnitud de la tragedia que se podría presentar si el dique se rompe, no debería ser necesario que, a estas alturas, la dirigencia vallecaucana tuviera que desgastarse ante la Nación reclamando estos recursos.

El plan jarillón debe ser un asunto prioritario para el Gobierno Nacional y, por lo tanto, los $60 mil millones que faltan para completar su financiación no pueden estar en duda.

Si bien en su reciente visita a Cali el gerente del Fondo de Adaptación, Édgar Ortiz dijo que “el Gobierno está comprometido para buscar los recursos”, la única respuesta que debe aceptar nuestra dirigencia es la certificación de la disponibilidad presupuestal por los $60 mil millones.

Con los antecedentes de retrasos por incumplimientos de la Nación, como es el caso de la doble calzada a Buenaventura, es mejor no correr el riesgo de que un proyecto tan importante se frene.

Comments

Comparte esta noticia...

Facebook

Twitter

Linkedin