No sorprende que las Farc no hayan reparado aún a sus víctimas ni tampoco que pretendan que sea con los recursos de los colombianos que se pague por sus crímenes, pues el acuerdo suscrito entre el grupo armado ilegal y el gobierno de Juan Manuel Santos nunca giró en torno a las personas afectadas por la actividad criminal de esta organización.

Esta semana, Julián Gallo, senador del partido Comunes, que era conocido con el alias de “Carlos Antonio Lozada” en las Farc, sostuvo que es al Estado al que le corresponde reparar a las víctimas de la agrupación ilegal, una respuesta cínica que refleja la total desconsideración de los excabecillas guerrilleros frente a las personas que dañaron.

Según dijo Ramón Rodríguez, director de la Unidad para las Víctimas, a Caracol Radio, hasta el momento las Farc no han entregado ni un solo peso para reparar a cerca de nueve millones de colombianos que están registrados como víctimas del grupo armado ilegal.

Que su partido haya cambiado de nombre, y ahora sea Comunes y no Farc, no borra los abominables crímenes cometidos por la guerrilla, y aunque hoy estén en la vida civil y ejerzan como políticos, los antiguos cabecillas de esta organización deben responderles a las víctimas.

Aquí la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, debe actuar, pues los excabecillas guerrilleros, que hoy fungen como congresistas, están en la obligación de cumplir. No tiene lógica que ellos conserven sus curules y tengan el privilegio de no pagar cárcel pese a ser responsables de masacres, asesinatos, secuestros, extorsiones y otros delitos, cuando se niegan a reparar a las víctimas. ¿Por qué pagar con los recursos de todos los colombianos los crímenes que cometió un grupo que se enriqueció con actividades ilícitas?

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