Cali, marzo 21 de 2025. Actualizado: viernes, marzo 21, 2025 10:42
La invasión del espacio público, la congestión vehicular y el ruido son algunos de los problemas que padecen los habitantes de barrios residenciales de Cali invadidos por el comercio. Si bien es normal que algunos sectores cambien de vocación a medida que las ciudades crecen y se transforman, el tema en cuestión se refiere a la proliferación de todo tipo de negocios sin el cumplimiento de las normas de desarrollo urbano junto a viviendas cuyos habitantes deben soportar todo tipo de incomodidades.
San Fernando, en las cuadras contiguas al parque del Perro; El Refugio y El Limonar, a lado y lado de la Carrera 66, y los barrios que están a lo largo de la Calle 9 son algunos de los sectores afectados por este fenómeno.
Los gastrobares y los estancos son tal vez los negocios que más problemas generan en los sectores residenciales, pues, además de producir ruido en decibeles no permitidos hasta altas horas de la madrugada, invaden andenes y zonas verdes, y los vehículos de sus clientes bloquean el acceso a los garajes de las casas vecinas, cuyos habitantes, además, deben soportar escándalos y peleas entre borrachos.
En medio de este caos, preocupa que las autoridades no intervengan, cuando la afectación a los habitantes de estos barrios es evidente, como también es evidente la violación del ordenamiento territorial por parte de estos negocios.
Los barrios necesitan el comercio, pero hay ciertos tipos de establecimientos que, por obvias razones, no pueden estar al lado de las viviendas, es cuestión de aplicar la normatividad urbanística.
Quedan, entonces, dos preguntas sin resolver: ¿Quién defiende a los residentes de los sectores que están siendo pauperizados por esta invasión? ¿Hay, tal vez, una red de corrupción que se beneficia de permitir este caos?
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