Si no hay ahorro de energía ahora, en la sequía de enero, febrero y marzo habrá racionamiento.

No tendría sentido que en pleno fenómeno del niño, cuando escasea el agua tanto para potabilizar como para producir energía, se hiciera un consumo exagerado de electricidad por cuenta de la iluminación decembrina. Por eso acierta la Alcaldía de Cali al anunciar que el alumbrado navideño será modesto y se utilizará tecnología especial para no malgastar la energía.

Si bien la decoración luminosa en la temporada de fin de año es muy importante para los caleños, en esta ocasión hay que establecer prioridades; algo estético y festivo, como el alumbrado navideño, no puede poner en riesgo el suministro de energía para el primer trimestre del año nuevo ni llevar al Municipio a financiar una iluminación que implique costos desbordados, sobre todo si se tienen en cuenta las elevadas tarifas de la electricidad que se pagan en la ciudad.

Pero el ahorro de energía no puede quedarse ahí, los caleños también deben comprometerse con el tema y aplicar la misma política en sus hogares, primero, por lo que ello implica en el propósito de evitar un racionamiento de energía, y, segundo, por responsabilidad financiera, pues con alzas de hasta el 19% en las tarifas de la electricidad, un hogar que aumente el consumo por cuenta de las luces navideñas, tendrá que destinar un presupuesto mucho mayor para pagar su primer recibo de servicios públicos en el año nuevo.

Según el Ideam, las lluvias de los últimos días no alcanzan para suplir el déficit de precipitaciones acumulado en el último semestre; los pronósticos indican que enero, febrero y marzo serán meses de intensa sequía, y si no hay ahorro ahora, no solo seguirán subiendo las tarifas, sino que el racionamiento será inevitable.

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