Las alarmas están encendidas. Ecopetrol, la joya de la corona del Estado colombiano, ha perdido en menos de dos años el 40% de su valor.

En 2022, la empresa estatal valía 30 mil millones de dólares; hoy, apenas 18 mil millones.

Esta situación es preocupante no solo para los accionistas, sino para todos los colombianos, pues Ecopetrol ha sido, históricamente, la principal fuente de ingresos del Estado.

Hoy, su acción ha caído a $1.900, cuando en junio de 2022, antes de que iniciara el actual gobierno, rondaba los $3.120.

¿Cómo se va a reemplazar esos ingresos vitales para la economía del país?

No cabe duda de que el manejo irresponsable por parte del gobierno del presidente Gustavo Petro generó un clima de incertidumbre en los mercados que golpeó fuertemente a la compañía.

La decisión de frenar la exploración petrolera no solo afecta a Ecopetrol, sino que pone en jaque la estabilidad fiscal de Colombia.

Si bien el gobierno insiste en la transición hacia energías limpias, hasta ahora no ha presentado un plan viable para suplir los ingresos que se perderán por la caída del petróleo.

Ni el aguacate, ni el turismo, que Petro tanto promueve en sus redes sociales, han podido llenar ese vacío en las finanzas públicas.

Recientemente, el presidente compartió un video falso sobre la producción de aguacates en los Montes de María, que resultó ser de Brasil, lo que subraya la desesperación por mostrar una bonanza que no existe.

Si la situación fuera tan próspera como quiere hacer creer, no sería necesario recurrir a noticias falsas para respaldar su discurso.

La realidad es que Ecopetrol se está desmoronando, y las consecuencias se sentirán en las finanzas de la nación.

Los ciudadanos tienen derecho a saber cómo pretende el gobierno reemplazar los millonarios ingresos que generaba esta empresa y que se utilizaban para invertir en los territorios.

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