Una administración técnica, eficiente y transparente es lo que esperan los vallecaucanos de la nueva mandataria.

Quinientos ocho mil votos respaldan la elección de Dilian Francisca Toro como nueva gobernadora del Valle del Cauca.

La mandataria no afrontó una campaña fácil, caracterizada por ataques y señalamientos de diversa índole por parte de los demás aspirantes y de diferentes candidatos a la Asamblea del Valle. Si bien el respaldo que recibió en las urnas es significativo, los resultados electorales hacen prever una fuerte oposición a su mandato respaldado también por la alta votación que obtuvo su más vehemente contendor, Christian Garcés.

Sería deseable que las disputas que caracterizaron la campaña no se hicieran una constante durante su mandato.

Solucionar los problemas del Departamento exige una dedicación absoluta a los trabajos estratégicos, técnicos y operativos. El Valle ya vivió periodos caracterizados por las disputas políticas y jurídicas entre diferentes sectores.

La pérdida de gobernabilidad que ellas produjeron solo profundizaron los problemas de la región impidiendo que se avanzara más rápidamente en la solución de los mismos.  Hoy lo que le conviene al Departamento es que rodeemos a Dilian Francisca, que apoyemos su proyecto de gobierno buscando el desarrollo integral de toda la región y mejores condiciones de vida para sus ciudadanos. No perdamos de vista que las disputas que cazamos los vallecaucanos las aprovecha la Nación para evadir sus responsabilidades con la región.

La nueva mandataria ha demostrado como alcaldesa de Guacarí, secretaria de salud del Valle y senadora durante varios periodos una gran capacidad de trabajo y de gestión.

Su reto ahora es demostrarle a sus contendores que puede sacar el departamento adelante y hacer una administración transparente, luchando vehementemente contra la corrupción.

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