Cali, marzo 22 de 2023. Actualizado: miércoles, marzo 22, 2023 10:31
Mucho se dijo, durante los catorce años que Hugo Chávez estuvo en el poder, que Venezuela iba camino a convertirse en una dictadura democrática, pues aunque se trataba de un gobierno elegido por voto popular, cada vez concentraba más poder que aplicaba en la minimización de sus opositores.
Pues ahora que su heredero, Nicolás Maduro, es quien gobierna, el calificativo de dictadura democrática se ajusta perfectamente para describir la situación política que se vive en el vecino país.
El estrecho margen con el que fue elegido, las dudas sobre los resultados de esas elecciones, el desplome de la economía, la creciente insatisfacción ciudadana y las protestas contra su gobierno han dejado al descubierto las falencias de Maduro para manejar el país, por lo que ahora recurre al uso de la fuerza y a la persecución de sus contradictores para mantenerse en el poder. La orden de captura para el líder opositor Leopoldo López, junto a la incitación para que los chavistas agredan a quienes protestan, son graves pruebas de lo que es capaz de hacer el presidente venezolano para mantenerse en el poder, y así es como se sostienen las dictaduras, por medio de la represión y del abuso.
El caso de Venezuela debe llevar a los colombianos a reflexionar para evitar que nuestro país tome ese camino. ¿Qué pasó allá para que la estabilidad y la riqueza se convirtieran en caos y escasez? ¿Cómo una sociedad permite que un país libre llegue a la crisis institucional tan grande como la que se vive al otro lado del río Táchira?
Los ciudadanos deben defender el modelo del Estado, votando a conciencia y evitando, a través de su participación, la consolidación de quienes buscan concentrar el manejo de los poderes públicos y están dispuestos a aliarse con los enemigos históricos de la democracia con tal de mantenerse en el poder.
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