Cali, abril 23 de 2025. Actualizado: miércoles, abril 23, 2025 10:01
Transformar los CAI de la Policía en bibliotecas es una de las propuestas de quienes adelantan las protestas. En Bogotá y Cali algunos comandos de atención inmediata que han sido vandalizados, posteriormente han sido pintados y dotados con libros por jóvenes o miembros de la comunidad.
Esta propuesta nos plantea un falso dilema, pues si bien en nuestro país se necesitan más bibliotecas, su creación no puede depender de acabar con los CAI, que cumplen un papel fundamental en la seguridad ciudadana.
De un tiempo para acá en Colombia se vienen validando discursos extremos, que se han agudizado durante el mes del paro, en los que se plantean visiones totalitarias que no aceptan puntos de vista opuestos y ni siquiera intermedios.
Las bibliotecas son un símbolo poderoso de la educación, algo que Colombia necesita y debe promover para mejorar no sólo en cobertura sino también en calidad, pero no se puede desconocer que, ante los problemas de inseguridad que tienen los centros urbanos del país, sería un gravísimo error acabar los CAI, que juegan un papel clave en la vigilancia en los territorios.
Los excesos cometidos por miembros de la fuerza pública, que deben ser rechazados socialmente y sancionados legalmente, no pueden llevar al país a validar una visión que quiere acabar con la presencia de la Policía en los barrios; una cosa es depurar y mejorar esta institución y otra es acabarla.
El gran reto que tiene Colombia en la coyuntura actual es sacar adelante una visión colectiva que invite a construir en conjunto, que no imponga una visión de país sino que involucre todas las miradas, pues mientras no sea así, será imposible superar tantas divisiones.
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