Cuidado con el cese

Editorial

martes 30 de agosto, 2016

Acelerar la llegada de los guerrilleros a las zonas de concentración blindaría el cese bilateral.

Después de la firma protocolaria del acuerdo de paz, que sería entre el 20 y el 30 de septiembre, correrá un plazo de 60 días para que las Farc se concentren en las zonas veredales destinadas para tal fin.

Durante este tiempo, con las Farc aún en el monte, el Gobierno y la guerrilla tienen la gran responsabilidad de garantizar que el cese bilateral, que inició ayer a las cero horas, no se rompa, pues el país necesita razones, más allá de las buenas voluntades anunciadas, para creer que las partes, especialmente la guerrilla, cumplirán.

Sin embargo, garantizar el pleno cumplimiento del cese bilaterial no será tarea fácil para ninguna de las dos partes; es claro que en la guerrilla habrá disidentes que insistirán en mantenerse en la ilegalidad, y el Estado, aunque ya no combata a las Farc, sí debe hacerlo con otros grupos armados al margen de la ley, como el ELN y las bandas criminales. Estos factores hacen que el cese bilateral sea altamente vulnerable y que en cualquier momento pueda haber un cruce de fuego.

Solo hasta que las Farc se hayan concentrado se sabrá a ciencia cierta cuántos guerrilleros seguirán las directices del secretariado y cuántos se quedarán en el monte aferrados a la minería ilegal, el narcotráfico y la extorsión.

Es por eso que, si bien en el acuerdo final se definieron unos tiempos, las partes deberían proponerse acelerar tanto la concentración como la entrega de las armas, pues esto le facilitará al Estado la persecución no solo de los disidentes de las Farc, sino también del ELN, las bacrim y demás actores armados ilegales, para evitar que tomen el control de los territorios que los desmovilizados dejarán.