Cali, julio 3 de 2022. Actualizado: sábado, julio 2, 2022 00:39
Maduro es el mejor ejemplo de un vicepresidente que ascendió a presidente sin estar preparado para gobernar. Colombia no puede cometer el mismo error.
Aunque la campaña presidencial se centra, por obvias razones, en quienes aspiran a ocupar el primer cargo de la nación, es un error ignorar la importancia de las fórmulas vicepresidenciales, pues ante un evento de fuerza mayor, como muerte o renuncia del presidente de la República, será el vicepresidente quien asuma el manejo del gobierno.
En ese sentido, los ciudadanos deben ver la fórmula de manera integral, pues tanto el candidato a la Presidencia como quien lo acompañe en el tarjetón deben estar preparados para gobernar el país.
La tragedia que vive Venezuela tuvo como agravante que, ante la muerte de Hugo Chávez, el país quedó en manos de un vicepresidente que no estaba capacitado para manejarlo.
Si bien el creador del socialismo del siglo XXI ya había causado un grave daño a su país con las expropiaciones que acabaron con las empresas privadas y con el empleo de millones de venezolanos, la llegada al poder de un sucesor sin formación, sin mayor experiencia y con las mismas intenciones dictatoriales de su mentor, profundizó la crisis.
Con el antecedente de la nación vecina, los colombianos deben valorar muy bien quién acompaña en el tarjetón al candidato presidencial de su preferencia, revisar sus hojas de vida, su formación, su experiencia y su conocimiento del país, pues en cualquier momento Colombia podría quedar en manos de esa persona.
Muchos políticos, por estrategia electoral, escogen a su fórmula a la Vicepresidencia pensando más en un perfil que se preste para conquistar votos que en alguien que esté realmente en capacidad de gobernar, una gran irresponsabilidad con el país.
Foto: @NicolasMaduro
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