El crimen organizado está ganando territorio en la región. Una preocupante prueba de ello es lo que está ocurriendo en Calima El Darién, de donde hace más de dos décadas habían sido erradicados los grupos armados ilegales, pero, según una alerta temprana emitida por la Defensoría del Pueblo, el grupo criminal ‘Los Simpson’ y las disidencias de las Farc están sembrando terror.

El informe detalla que las intimidaciones, la violencia y los delitos ambientales se han convertido en el pan diario para los campesinos de este municipio. El propio defensor del Pueblo, Carlos Camargo, narró la crueldad de lo que está ocurriendo: “Es tanto el terror sembrado por el grupo delincuencial que a mediados de octubre pasado decapitó a un campesino de 77 años, luego procedió a dejar su cabeza en la zona rural donde vivía con su familia”.

A esto se suman la tala ilegal y la minería descontrolada en el páramo del Duende y la llegada de otro actor ilegal, el Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC, que ahora cobra ‘impuestos’ a comerciantes en Calima-El Darién.

La situación no solo representa un retroceso en materia de seguridad, sino que también amenaza con ahogar la vitalidad económica de este municipio, reconocido como uno de los destinos turísticos más importantes del Valle del Cauca. Cuando la inseguridad crece, los visitantes se ahuyentan.

Desde el Valle del Cauca se deben exigir acciones claras de seguridad por parte del gobierno del presidente Gustavo Petro. La gradual erosión de la seguridad y el avance impune de los grupos ilegales son preocupantes. La respuesta del Estado debe ser inmediata, antes de que, como ya ocurre en otros puntos del país, los ilegales asuman el control de Cali-El Darién.

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