Si antes de dos semanas no llueve, la ciudad afrontará una grave crisis.

Desde hace más de un mes hay racionamiento de agua en casi el 30% de Cali y, si la sequía persiste, en dos semanas el otro 70% de la ciudad, que es atendido por las plantas que se abastecen del río Cauca, también enfrentaría cortes del preciado líquido.

El pasado jueves la profundidad del río Cauca a su paso por Cali estuvo en 2.97 metros cuando su promedio es de 5.50 metros; de llegar a un nivel de 2.70 o 2.50 metros, podrían empezar las restriciones en la red que se surte de este afluente.

Independientemente de que los pronósticos hablen de la posibilidad de lluvias a partir de la segunda semana de octubre, es necesario que se active en la ciudad un plan para afrontar la crítica situación que se presentaría si además de los ríos Meléndez y Cali, el Cauca tampoco da abasto para surtir las plantas de potabilización de agua. ¿Cuál es el plan e contingencia de Emcali y la Alcaldía?

Pero más allá de la coyuntura, el crítico problema del agua en Cali y el Valle del Cauca urge soluciones integrales, un plan que contemple acciones en el corto, mediano y largo plazo, que requiere la actuación coordinada de las entidades competentes: las alcaldías, la gobernación, las empresas de servicios públicos y las autoridades ambientales.

En lo inmediato, es necesario acondicionar pozos profundos que permitan suplir la falta de agua superficial. En el mediano plazo hay que trabajar la cultura del agua, para que se use de manera racional, se combatan las conexiones ilegales y se obligue a la agroindustria a optimizar su uso, y en el largo plazo hay que trabajar en la recuperación de las fuentes hídricas y en su conservación, así como en obras de infraestructura que permitan hacer grandes reservas de agua durante la temporada de lluvias, para que cuando llegue la sequía se pueda garantizar el suministro.

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