Durante la inauguración de Progresando juntos, una moderna sede educativa en Vallegrande, en el oriente de Cali, el alcalde Jorge Iván Ospina sorprendió al invitar al evento al exalcalde Maurice Armitage, en cuya administración se proyectó e inició la construcción de esta importante obra. Además de invitar a su antecesor, el mandatario local lo condecoró, en reconocimiento al trabajo que realizó en favor de la educación.

Un hecho como este no debería sorprender, pero, lamentablemente, nuestra sociedad no está acostumbrada a que los gobernantes reconozcan el trabajo de sus antecesores, por el contrario, el común denominador es que cada mandatario llegue a iniciar de cero y no le dé continuidad a obras y proyectos anteriores, por importantes que estos sean.

En Cali hay varios ejemplos de esto, como el proyecto del metro, que el exalcalde Ricardo Cobo dejó bastante adelantado, pero hasta ahí llegó, pues su sucesor lo reemplazó por un sistema de buses articulados cuyo resultado no ha sido el mejor, y pasó también con las megaobras, que el alcalde Jorge Iván Ospina inició en su primer mandato, pero que no tuvieron continuidad por parte del gobierno que lo reemplazó.

El mensaje que se envía con la condecoración a Armitage es muy claro: Cali necesita aprender a construir sobre lo construido y, por diferentes que sean las visiones entre un gobernante y su antecesor, se le debe dar continuidad a lo bueno, para que haya proyectos de largo plazo que vayan más allá de los gobiernos, pensando no en quién recibirá el crédito por haber ideado y gestionado una obra, sino en el beneficio que ésta le representará a la comunidad.

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