El reinicio de labores de los sectores de la construcción y la manufactura, así como la autorización para hacer ejercicio en espacio público a determinada hora, representan un gran desafío para nuestra sociedad, porque del cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, depende que se pueda avanzar en la reapertura gradual de la economía.

En el caso de Cali, por ejemplo, el alcalde Jorge Iván Ospina fue muy claro al advertir que si los contagios aumentan a tal punto que la ocupación de las unidades de cuidados intensivos – UCI llegue al 70%, será necesario endurecer de nuevo las restricciones.

En ese sentido, todos los actores sociales deben aportar, con una actitud responsable, a evitar que los contagios se disparen. Salir de casa sólo a lo estrictamente necesario, el uso del tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento social son medidas que cada ciudadano debe cumplir de manera rigurosa. Igualmente, las empresas que retomen labores deben exigirse al máximo en el cumplimiento de los protocolos y la fuerza laboral debe esforzarse en mantener todos los cuidados a la hora de abordar el transporte público, ahí es clave que las empresas transportadoras cumplan la disposición que les permite una ocupación máxima del 35% en los vehículos.

De todos depende garantizar que el sistema de salud tenga capacidad de reacción para atender a quienes lo necesiten, y de todos depende que a partir del 11 de mayo se puedan abrir otro tipo de negocios, para avanzar hacia una normalización de más sectores; el requisito es que el contagio de Covid-19 no se dispare y la clave para lograrlo, mientras no haya vacuna, está en el autocuidado y el autocontrol. Todos a cumplir.

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