¿Ampliación del periodo?

Junto a la oportuna propuesta de eliminar la reelección presidencial, el Gobierno Nacional pondrá a consideración del Congreso de la República una iniciativa no tan conveniente: la ampliación del periodo del Jefe de Estado.

Es la segunda vez que el presidente Juan Manuel Santos propone extender el mandato con el argumento de buscar una mayor continuidad en los proyectos y programas implementados por los gobiernos.

Aún no se ha definido si la propuesta será pasar del cuatrienio al quinquenio o al sexenio, y tampoco está claro si la ampliación del periodo aplicaría también para alcaldes y gobernadores, como lo había planteado el Jefe de Estado a comienzos de este año, cuando habló por primera vez del tema.

El argumento de la continuidad es válido, muchas buenas iniciativas de un gobierno se quedan a mitad de camino porque la administración que lo reemplaza llega con otras prioridades. Sin embargo, el Estado debe estar por encima de las personas y los proyectos y programas exitosos no deben depender de quién los ejecute.

La ampliación del periodo de los gobernantes trae consigo problemas similares a los que causa la reelección inmediata producto de la dilatación en la alternancia: se acumula poder, se coopta a los otros poderes públicos, aumenta la corrupción, se debilita la oposición, se afianzan en el control las élites políticas (los mismos de siempre) y se reducen los nuevos liderazgos. En ese sentido, reemplazar la reelección por un periodo ampliado no representaría un cambio real.

Para hacer las cosas bien un gobernante no necesita más tiempo; con un buen equipo, formación, experiencia, buenas intenciones y buenas prácticas, seguramente lo logrará.

Hay que tener presente que si bien para la ciudadanía cuatro años son poco en el caso de un buen gobierno, resultan eternos cuando se trata de una mala administración.

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