En una columna anterior cuando se radicó el presupuesto general de la nación – PGN 2021, había mencionado que era necesario que en este prevalezca la descentralización y que no sería posible consolidar una reactivación, si esta no parte desde las regiones.
Se necesita que los recursos nacionales de inversión lleguen a las regiones con autonomía y en concordancia con sus necesidades. Pero a la luz del presupuesto de inversión regionalizado preliminar, hay muchas dudas frente a los montos de cada departamento, que dejan mal parado – otra vez – al Pacifico y al Valle del Cauca.
Hay que hacer la salvedad que la ponencia radicada para primer debate se mantuvo el presupuesto total de $314 billones pero se aumentó el presupuesto de inversión haciendo una recomposición de los gastos de funcionamiento y deuda. La inversión pasaría de $53 billones a $57,8 billones, con lo cual hay $3,7 billones adicionales para distribuir a las regiones, lo cual es una muy buena noticia.
Lo cierto es que en este momento del total de presupuesto de inversión inicial ($53 billones) el 76% es regionalizado, es decir, son los recursos de la nación que van directamente a los departamentos, lo cual representa un leve aumento frente al 2020 que es de 75%. Este presupuesto regionalizado crece en 2021 en un 24% frente a este año, y aquí se empieza a ver como la región pacífico, a pesar de tener los peores indicadores en pobreza es la que menos crece con un 21%, y el Valle peor aún, solo crece 11%, menos de la mitad de lo que crece el promedio del país y muy por debajo de otros departamentos que crecen por encima del 30%.
Con lo anterior, el presupuesto del Pacifico que en 2020 es el 19% del total nacional bajaría al 18%, y el del Valle bajaría del 7.5% al 6.6%. Debe haber un criterio de equidad y solidaridad para equilibrar el presupuesto y cerrar las brechas entre las regiones, pero sí extraña que el crecimiento del departamento sea muy por debajo del promedio nacional. Se debe sopesar las necesidades de cada región con factores como la población, la incidencia de pobreza, el déficit de infraestructura, e incluso el aporte que hace cada región en términos de valor agregado, aportes a seguridad social e impuestos.
Al revisar el presupuesto del Valle por temas, se encuentra por ejemplo que en Agricultura y Desarrollo Rural no corresponde a un departamento que es el mayor productor y exportador agroindustrial y que ahora en el marco de esta crisis, tiene muchas oportunidades para suplir las necesidades mundiales de alimentos. Nuestro presupuesto es tan solo el 11 más alto entre los 32 departamentos y preocupa sobre todo el rubro de asociatividad de productores y financiamiento agropecuario que son fundamentales para reforzar las cadenas de valor y darle liquidez a los pequeños agricultores.
En materia de Ciencia, Tecnología e Innovación, que es clave para afrontar la nueva realidad, el Valle prácticamente no tiene recursos, exceptuando lo dispuesto para el sector salud. Nuestro presupuesto en este tema, es la sexta parte del promedio de todos los departamentos y el de Bogotá lo supera 75 veces y el de Antioquia 21. El presupuesto en seguridad, dónde tenemos muchos retos como epicentro del pacifico, es la décima octava parte del promedio nacional. El de deporte y recreación siendo el departamento líder en esta materia es irrisorio, y el de empleo público refleja la poca presencia estatal en la región.
Así podría seguir con el presupuesto tema por tema, pero el más preocupante es el de infraestructura, donde el mismo gobierno destaca como un eje principal de la reactivación económica por su capacidad de generación de empleo y encadenamiento productivos. Aquí hay una brecha muy grande con Antioquia y Santander que se explica por las Concesiones de 4G, pero si no contamos estos proyectos, el presupuesto del Valle se ubica como el 11 lugar entre los 32 departamentos.
Adicionalmente, el gobierno dispuso de tres nuevos programas especiales en transporte para reactivar la economía. El primero denominado “Concluir, Concluir, Concluir” destinarán $1,1 billones dentro del plan de recursos que se tiene proyectado hasta 2022 para la culminación de 28 proyectos viales en 23 departamento del país para la intervención de 400 kilómetros viales, entre los cuales solo hay uno que impacta al Valle del Cauca y hay 4 departamentos con 3 proyectos. El segundo es “Vías Compromiso Colombia” que busca construir 23 corredores viales en 18 departamentos. Para 2021 se estima iniciar estas obras con una inversión de $600 mil millones en 2021 y acá solo hay un proyecto del Valle y 4 departamentos tienen 3 y hasta 5 proyectos. Y el tercero de vías terciarias, no es claro cómo va a ser la distribución por departamentos.
Es verdad que falta capacidad de estructuración de proyectos en varios municipios y demoras para presentarlos, pero esta no debe ser siempre la excusa, más bien en materia de gobernanza se debería dejar un rubro para dotar de herramientas y estímulos para reforzar la capacidad técnica de los entes territoriales. En este aspecto es de celebrar el objetivo que se ha trazado la gobernación de tener un banco de proyectos que permitan tener proyectos con un nivel de estudios avanzados para cuando existan recursos y llegue las discusiones puedan ser incluidos. Este es un tema de largo plazo, pero ya hay un avance y se han entregado al gobierno nacional un listado de 10 proyectos de mejoramiento y rehabilitación por $600 mil millones, listos para que se les asignen recursos para el 2021.
En el Valle se están haciendo las cosas bien de cara a la reactivación económica, tenemos un tejido productivo diversificado, sofisticado, innovador y sobre todo resiliente, que hace esfuerzos para adaptarse y mantener el empleo.
Tenemos un ecosistema público – privado que mantuvo un diálogo constante para proteger a las empresas y para garantizar la reapertura responsable. Sin embargo, esto no es suficiente, dadas las restricciones presupuestales de los entes territoriales se requiere de mayor apoyo del gobierno nacional, para lograr que la reactivación de los sectores productivos sea sostenible y mantengamos una senda clara de recuperación del empleo y a mayor velocidad.
El apoyo del gobierno nacional a los proyectos estratégicos de la región es importante, pero se requiere que para el presupuesto del 2021 este también se refleje en mayores asignaciones en varios rubros en el marco de un pacto nación – región, en un año que es clave para la reactivación económica.
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