Hugo E. Gamboa Cabrera

Se molestaron los enmermelados

Hugo E. Gamboa Cabrera

Cuando a Jesús lo abofetearon, mirando de frente a sus verdugos, les dijo: “¿He dicho mentiras?”. ¿” ¿Si he dicho verdades, porque me pegan?”.

Pues algo parecido le está sucediendo al presidente del Senado, Ernesto Macías, a quién le han caído rayos y centellas por su discurso en la posesión del nuevo Presidente colombiano, Iván Duque Márquez.

Los enojados son aquellos que se beneficiaron con mucha mermelada o, reconocidos periodistas de radio y televisión que manipularon la información relacionada con el gobierno de Santos y con su esnobismo, por ser éste el mejor cliente de los medios de comunicación. Y también gente que odia a Uribe se molestó.

Que se refuten las cifras dadas por Macías, con argumentos. La deuda interna y externa sobrepasó los 300 billones. ¿Quiénes pagan? Nosotros, los colombianos.

Una deuda casi que impagable. Quién puede negar el mal estado de los hospitales y sus crisis financiera que alcanza los 11 mil millones de pesos, hasta el punto que el nuevo mandatario su primera visita la realizó al hospital de San Andrés, ejemplo claro de lo mal que están. Quién puede negar que ese cuento de haber bajado la pobreza es cierto. A cuál más sabe que la inequidad en Colombia es pan de cada día.

   Que haber dicho todo lo que dijo Macías en esa posesión en el lugar donde lo hizo, no fue lo ideal. Entonces, dónde, si este país no escucha, y en el Congreso menos.

Rasgarse las vestiduras es cualidad de hipócritas, como Samper, que no tiene moral para salir ahora a criticar a Macías.

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