Salarios

Rodrigo Fernández Chois

Pulula en las redes la animadversión que despierta el apreciable sueldo que recibirán nuestros Honorables Parlamentarios, HPs en adelante por economía de espacio.

Abundan también encuestas, consultas populares y seudo proyectos de ley que buscan reducir tales mensualidades empleando argumentos que van desde la crítica situación fiscal del país, pasando por la malsana fama que han sabido crearse los HPs por dormir en el insigne recinto y, por supuesto, la abrumadora equivalencia de esos sueldos comparados con el exiguo salario mínimo. Por mi parte creo que el problema no es tanto la magnitud del estipendio que recibirán nuestros HPs sino, primero: el hecho de que son muchos los HPs que nos representan y segundo, que no existe una equivalencia de sus salarios con la productividad marginal que debieran generar, ley fundamental de optimización que estudiamos en microeconomía básica.

Sin embargo, y no obstante la indiscutible tesis microeconómica, el escenario ideal sería que fuesen muchos menos los HPs que nos representen -uno o dos por departamento- y ¿por qué no? que ganen muchísimo más de lo que hoy devengan.

Esto, una descabellada fórmula a primera vista, si la evaluamos con atención no sólo garantizaría que el mejor capital humano se presente para ser empleado en tan nobles menesteres, sino que también millones serían los ojos evaluadores, escrutadores e inquisidores que harían seguimiento día a día de la gestión realizada por cada uno los muy bien pagados HPs. Y ni qué decir del premio o castigo representados en reelección o muerte política a través de la participación democrática que, ahora debido al nuevo nivel de sueldos, es imposible que genere indiferencia.

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