María Sol Navia

Reflexiones

María Sol Navia V

Hace algún tiempo publicó el diario El Tiempo una entrevista con el filósofo italiano Nuccio Ordine, que debe llevarnos a reflexionar sobre realidades de nuestro tiempo y diario vivir. En sus respuestas destaca que “Nuestra sociedad desprecia los saberes que no producen beneficio económico”.

Estas palabras me llevaron a la introspección sobre cuáles son las razones que determinan nuestra selección de los estudios y carreras a seguir y como escogemos entre los distintos saberes para orientar nuestras vidas.

No podemos ignorar que necesitamos prepararnos para trabajar y de esa forma asegurar nuestro modo de vida, así como también aportar a la sociedad. Sin embargo, hay también factores sociales, culturales y desde luego económicos en la valoración de la orientación al conocimiento.

La necesidad real del beneficio económico y de poder participar en el mercado laboral ha llevado a que las áreas de humanidades, ciencias sociales y artes sean menospreciadas. A lo que se suman las presiones familiares y sociales que miden el éxito por ingresos y dinero y de este modo, las disciplinas que no conducen a estos resultados son menos valoradas.

Todo esto puede conducir a que el estado y otras organizaciones apoyen e inviertan más recursos en este tipo de formación profesional y haya menos patrocinio para las humanidades, artes, y ciencias sociales.

Las necesidades reales, así como los resultados medibles a más corto plazo llevan a ignorar la importancia de las humanidades y ciencias sociales en la cultura, la ética, la creatividad y los valores en la construcción de una sociedad equitativa, justa y con una calidad de vida mucho mejor en términos no de bienes, sino de riqueza y armonía en las relaciones y en la experiencia humana y el goce del espíritu en el arte, la música, literatura e incluso en el disfrute de las interacciones y los diálogos.

Entre otros comentarios de este pensador italiano habla de del placer de investigar y aprender y señala que bajo la premisa de que solo sirven los saberes prácticos, no se aprecia la filosofía, el arte y lo que a los ojos de la sociedad actual no produce provecho económico.

Se refiere también a una sociedad desmemoriada, que no tiene relación con su pasado, y por tanto es una sociedad que no tiene futuro y el riesgo que esto conlleva para la democracia y la libertad, citando a Maquiavelo: “Quien sabe es un hombre libre y quien no sabe siempre dependerá de otro hombre”.

La profundidad y certeza de sus comentarios son muy oportunos en momentos en que la ética y valores son pisoteados por intereses económicos y políticos utilitarios que solo buscan beneficios personales, pues cuando se priorizan estos sobre la ética, podemos caer en prácticas no solo inconvenientes socialmente, sino incluso en el ámbito de la violación de códigos y leyes que estorben en esos resultados.

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