Reconstrucción de Providencia y Santa Catalina no da espera

Dilian Francisca Toro Torres

Se cumplen siete meses de la tragedia ocurrida en el Archipiélago de San Andrés, cuando el huracán Iota arrasó con esta zona insular en especial, con las islas de Providencia y Santa Catalina, dejando a su paso destrucción y muerte.

Entonces el Gobierno nacional anunció que reconstruiría la infraestructura de las islas en cien días, pero esto no ha ocurrido.

Tras cinco vidas trágicamente perdidas, seis mil damnificados y el 98% de la infraestructura destruida, en Providencia y Santa Catalina, un informe de la Procuraduría reveló que sólo se han logrado reconstruir dos casas nuevas de las 1.134 que fueron destruidas.

El Gobierno se había comprometido a entregar el 30 mayo pasado un total de 130 de estas viviendas.

Si bien la Pandemia ha sido un factor determinante en la generación de la crisis que vivimos los colombianos, no cabe duda que hay compromisos que son ineludibles como la recuperación de nuestro archipiélago y sobre todo, poner a salvo las vidas de sus habitantes.

Alojados en su mayoría en frágiles carpas y sin el suministro de servicios básicos, los habitantes de esta zona insular se sienten engañados y reclaman con toda razón al Gobierno, que cumpla su promesa.

Los raizales denuncian que no hay albergues ni hospitales ni colegios ni acceso a gas o gasolina, mientras que la comunicación es intermitente.

Aunque el gobierno insiste que entre junio y julio hará importantes avances en la entrega de obras, esto no es suficiente ya que en la zona insular la situación se torna más dramática.

El Ideam anunció que precisamente este mes de junio comenzará la temporada de huracanes, la cual se extenderá hasta noviembre con una predicción de hasta una veintena de tormentas tropicales, además de cerca de diez huracanes que pueden afectar este territorio mientras la gente permanece a la intemperie.

A la población se le está vulnerando los derechos fundamentales y por eso se deben tomar medidas urgentes.

En primer lugar, es primordial construir los albergues que fueron prometidos por el Gobierno, para que las personas puedan poner a salvo sus vidas ante la inminente temporada de huracanes.

En segundo lugar, es necesario que se construya el hospital de Providencia que actualmente funciona en tiendas de campaña, para garantizar el derecho a la salud de los raizales y demás habitantes del archipiélago.

Finalmente, quiero invitar al Gobierno para que convoque a los contratistas de las viviendas y, en consenso con las comunidades, se plantee un nuevo diseño de casa, que cumpliendo con todos los requisitos, acorte los tiempos y complejidades logísticas para avanzar rápidamente en las entregas de estas obras prioritarias para la comunidad.

La respuesta gubernamental no da espera. Aquí no estamos hablando de arena y cemento, sino de millares de vidas que están en juego, hablamos de una comunidad que por décadas ha padecido la indiferencia del gobierno central, como ocurre en muchas otras regiones.

Esta desconexión del Estado con sus gentes debe acabar, por eso es importante trabajar unidos para que entre todos podamos construir el país justo e incluyente que tanto anhelamos.