Los próximos días serán de gran importancia para el futuro de Colombia. Estamos ad portas de unas elecciones trascendentales para encarrilar al país en la senda de la transformación y el desarrollo social. un camino basado en el bienestar general, la búsqueda de soluciones para problemáticas estructurales y, sobre todo, un trabajo arduo para consolidar una Nación equitativa e igualitaria.

Quienes aspiramos a conformar las corporaciones elegidas mediante voto popular, tenemos una gran responsabilidad que asumir, y es responder a la confianza, expectativas y exigencias que tiene la ciudadanía. Bien sabido es que, los colombianos somos personas trabajadoras, y lo que requerimos precisamente, es que, desde el entramado público se generen las oportunidades que nos permitan cumplir nuestras metas y sueños, y que nos garanticen calidad de vida mediante temas tan esenciales como el acceso a un sistema de salud oportuno y eficiente, educación gratuita en los niveles básico y bachillerato. Oportunidades para los estratos 1,2 y 3 de ingresar a la universidad de manera gratuita; oportunidades laborales, entre tantas otras.

El 13 de marzo de 2022, representa una nueva oportunidad para que los colombianos pongamos en manifiesto nuestra capacidad de discernimiento, y salgamos a elegir las mejores opciones para el país.

¡La historia se escribe todos los días! Es una frase que me gusta acuñar porque creo en ello con toda convicción. Las elecciones parlamentarias son una de esas fechas que marcan precedente. Es la oportunidad para lograr un Congreso de la República con mayor equidad de género. Es lamentable que, a día de hoy, un país tan diverso, pluriétnico y multicultural, con más de 22 millones de mujeres, sólo tenga 55 de los 280 escaños del Capitolio, ocupados por nosotras.

Lo que quiero decir con esto es que, este domingo podemos elegir un Congreso realmente representativo, compuesto por las distintas miradas y cosmovisiones que tenemos a lo largo y ancho de la geografía patria; un congreso en el que todas y todos podamos confiar, un congreso que genere y revitalice la confianza de los colombianos en sus instituciones y, sobre todo, un Congreso que trabaje denodadamente en pro del desarrollo y el bienestar de toda Colombia.

Estas líneas reflejan lo más profundo de mi sentimiento político. Hoy me dirijo a todo mi pueblo colombiano, convocándolo para que, este fin de semana tenemos un deber con nuestra familia, nuestros hijos y nuestro país; este domingo 13 de marzo debemos salir masivamente a votar, a refrendar nuestro derecho a elegir y ser elegidos, a mostrarle al mundo que los colombianos asumimos las riendas de nuestra sociedad, y desde luego, demostrar que, en nuestra tierra quien siempre debe ganar, es la democracia.

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