No más vs. prudencia

Rodrigo Fernández Chois

Marcha de la Libertad la llamaron los detractores alemanes. Otros la denominaron la Marcha frente a la Pandemia. El hecho es que miles de personas en Berlín se pronunciaron contra las medidas restrictivas contra la libertad. Según ellas, todo por una gran conspiración.

En Colombia completamos ciento treinta y dos días de encierro. Primero lo llamamos eufemísticamente cuarentena –término médico-; luego, “aislamiento obligatorio”. Pero ahora, la palabra para describir nuestra realidad es de corte peculiarmente marcial: confinamiento.

Durante este periodo muchos negocios queridos por los caleños han cerrado sus puertas. Hay ya varios individuos que han comenzado a padecer las secuelas sicológicas de la inaudita reclusión. Y en redes sociales, cada vez más pulula tanta información sobre la pandemia, el virus, las presuntas conspiraciones, las vacunas y las estadísticas que, siendo de todo tipo; hace casi que imposible no perder el juicio y no concluir finalmente que no sabemos absolutamente nada de nada.

La marcha que ocurrió en Alemania es el reflejo de un gran estrés. Sí, evidentemente no se puede negar simplemente la pandemia y meter nuestra cabeza en un hoyo como el avestruz… ¡Ya quisiera yo! Pero indudablemente se percibe que hay un gran desgaste general. Somos muchos a los que nos gustaría gritar NO MAS tras meses de reflexión en medio del confinamiento; y que le apostaríamos a un: “Que suceda lo que tenga que suceder, pero volvamos a vivir normalmente”. Pero hay otros instantes en los que la prudencia nos hace aceptar y asumir la reclusión. La trama de esta horrenda película se encuentra en desarrollo, y somos todos unos espectadores y actores de primera fila.