Ana Janeth Ibarra Quiñonez

Las decisiones definen tu futuro

Ana Janeth Ibarra

En todos los estadios de la vida debemos enfrentar numerosas decisiones, en edades tempranas la mayoría de ellas son impuestas por los padres, pero en la medida que tenemos uso de razón y libre determinación se convierten en nuestra responsabilidad.

De ahí la importancia de saber acompañar y guiar a nuestros hijos, logrando que el proceso de toma de decisiones se convierta en una poderosa herramienta para sus vidas. En adelante Las decisiones sumadas una a una marcarán el éxito o fracaso.

En este orden de ideas, la toma de decisiones consiste en hallar una conducta adecuada con la sana intención de solucionar una situación indecisa, en la que, además, hay una cadena de acontecimientos que pueden ser inciertos, dado a ello, debemos desarrollar acertados procesos de decisión en nuestros hijos, porque al hacerlo, no solo aseguramos un mejor resultado, sino que podríamos crear capacidades de gestionar las situaciones que permitan enfocar los esfuerzos para alcanzar las metas propuestas.

Mi invitación es a ser prácticos. Nos guste o no, nuestra esencia se basa en asumir responsabilidades y en la experiencia puede girar la certidumbre. Es decir, aunque busquemos información y trabajemos al extremo del cansancio analizando las elecciones y sus posibles consecuencias, no vamos a saber con exactitud el efecto hasta que tengamos que decidir.

Debemos saber que somos los arquitectos de nuestro propio destino y no peones del destino; es decir, dejar de suponer que lo que nos ocurre se debe a la suerte o a la casualidad. Es una falacia.

La verdad está en la capacidad de tomar decisiones, unas de mayor trascendencia e impacto que otras, por ejemplo, qué estudiar y no solo porque te guste sino que puedas vivir de ello, casarte, tener un hijo, divorciarte o por qué no ejemplificar decisiones no tan sanas como caer en un vicio, muchas de ellas tienen solución con tomar nuevas decisiones que reorienten el resultado, pero para llegar a ello depende de un largo proceso, por eso ten cuidado con las decisiones definitivas, estas si pueden cambiar tu vida.

Estudiar te da mayores conocimientos y herramientas para la toma de decisiones, pero en especial te prepara para enfrentar la vida, no desaproveches la oportunidad de acceder al conocimiento, aprovecha tu tiempo no lo desperdicies en las trivialidades que te ofrece el universo, solo así, podrás marcar diferencia y escapar del lote de los incompetentes y condenados al fracaso, el estudio te hace grande y te acerca a una mejor comprensión de la realidad del entorno cambiante con la capacidad de influir en el.

En este sentido, las oportunidades pasan y el momento para decidir también, debemos aprovechar las oportunidades que nos da la vida, en un mundo globalizado cada vez más asequible a las bondades, sin temor a equivocarnos hay que decidir, no desestimemos nuestro instinto o un buen consejo, porque nunca olvides que una decisión puede definir tu futuro.

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