¿Hay un primer paso para incrementar la productividad de las microempresas?

Luisa Fernanda Cadavid

La palabra “productividad” a veces la relacionamos solo con medianas o grandes empresas lo cual es un grave error, las microempresas pueden hacer de la productividad un aliado importante para lograr sus metas de crecimiento y consolidación a largo plazo. Este tema no depende de inversiones extraordinarias, a veces basta con organizar las tareas y generar procesos claros al interior de la empresa. La mejora de la productividad se logra sin tener que hacer grandes inversiones ni necesariamente una capacidad de invención extraordinaria, se logra mejorar hasta en un 86% la productividad de las empresas sólo con adoptar procesos o tecnologías existentes.

Algunos expertos definen la productividad como “hacer más con menos” o dicho de otra manera, como el resultado del compromiso hacia la excelencia y la planificación inteligente centrada en el esfuerzo que depende de dos factores principales: Las personas y las herramientas que tienen disponibles. Esto claro, como punto de partida para lograr una posición en el mercado y responder a las exigencias de sus clientes.

En una situación como la actual, donde las presiones competitivas no habían sido nunca tan desafiantes, es muy importante que las microempresas fortalezcan sus procesos de producción, comercial, contables y de mercadeo para que la relación entre ellos sea mas eficiente. Un reproceso en una microempresa puede significar la pérdida de todo el margen de rentabilidad de un producto.

Este ejercicio no lo puede hacer el dueño sólo, debe hacerlo con sus empleados o socios en el negocio, pues esas preguntas difíciles como ¿estamos midiendo lo que hacemos y como lo hacemos?, ¿conocemos a nuestro cliente? , ¿en qué producto o servicio que nos gusta seguimos perdiendo plata y no hemos sido capaces de eliminarlo o transformarlo?, si desaparecemos del mercado quien nos extrañaría? Son preguntas que requieren involucrar a todo el equipo de trabajo.

Muchos se estarán preguntando, bueno y ¿cómo? ¿Por dónde empiezo? Y la respuesta no es una sola pero el primer paso es siempre el mismo, organizar los procesos y adoptar unos nuevos si es necesario, ser conscientes de las fortalezas, reconocer las debilidades y dejar trazabilidad de las cosas que se implementan. Les cuento como empezó un negocio de marquetería que conozco: al ver que su negocio necesitaba una reinvención, hizo un ejercicio profundo de reflexión y se hizo las preguntas difíciles que le permitieron ver su negocio con una mirada crítica. Esta empresa caleña fabricante de marcos en aluminio, poliuretano y madera se enfocó en organizar la “casa” iniciando con el control de inventarios, un proceso que para muchos es un dolor de cabeza pero genera importantes consecuencias para las microempresas. Con el compromiso del equipo de trabajo de esta marquetería lograron ahorrar un 80% sólo en compras frente a años anteriores. Lo cual los dejó mejor preparados para afrontar un año tan retador como el 2020.

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