La especie humana tiene como rasgo diferenciador del resto de seres vivos la supuesta capacidad de razonar. Sin embargo, cuando se hace un recuento de la historia de la humanidad, se puede concluir que uno de los principales rasgos es precisamente la incapacidad que hemos tenido para actuar como una sola especie, apuntando a superar colectivamente los retos que nos ha puesto la existencia misma.

Hoy, a pesar de las amenazas globales que enfrentamos como especie (calentamiento global, hambre, pobreza, coronavirus), seguimos trabajando de manera egoísta, cada cultura, cada país, por su lado, sin pensar en la humanidad como un todo. Por ejemplo, la vacuna Sputnik V producida por Rusia es la que aparentemente mejores resultados está registrando y aun así hay países que se niegan a aceptar su utilización. Más triste es que en medio de esta crisis mundial de salud, el planeta no tenga la capacidad de trabajar de manera conjunta en la elaboración de una vacuna y de un medicamento para superar la COVID-19. Por el contrario, es la lógica del mercado, y en algunos casos como el de la vacuna rusa la lógica de las luchas de poder, las que determinan una posible solución a esta crisis.

Si el panorama mundial no es alentador, en lo local no nos quedamos atrás, el pasado 18 de diciembre el Presidente Duque anunció que en enero del 2021 iniciaría la vacunación masiva de los colombianos contra el coronavirus. Sin embargo, ya iniciando el mes de febrero no se ha aplicado una sola vacuna. Según anunció Duque en días pasados este mes iniciaría la vacunación, pero las vacunas que llegan en febrero no son gestión del gobierno como tal, sino gracias al fondo rotario de la Organización Panamericana de la Salud vinculado a la estrategia COVAX. Que es un mecanismo de la Organización Mundial de la Salud para garantizar al menos 2.000 millones de vacunas en países de ingresos medios y bajos para cubrir el 20% de las personas más vulnerables. Hasta el momento la capacidad del gobierno para conseguir vacunas ha sido mínima.

Así pues, mientras que los debates que deberíamos estar dando como especie deberían ser encontrar una cura entre todos al coronavirus o superar la crisis medio ambiental que nos esta dejando sin planeta, seguimos peleando por quien es el que primero produce una vacuna, para demostrar quien tiene mas poder. Definitivamente fracasamos como especie.

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