“El puente está quebrado, ¿con qué lo curaremos…?”, Pues no fue con cáscaras de huevo sino con decisión firme, trabajo serio y con responsabilidad, que el alcalde Alejandro Eder, como gobernante de los caleños, intervino con reforzamiento estructural, el puente quebrado de la Calle 15N con Avenida 2N (contiguo al Club Colombia).
Pero, aun con evidencias de buena gestión, nuestra ciudad sigue palpitante con el “Calibalismo” atroz.
Por eso, voces como la de nuestro amigo Mario Fernando Prado, quien alienta a “hablar bien de Cali” son necesarias, ante los despiadados mensajes que quieren nublar el Sol que renace en Cali.
No fue sino que se viera la gestión eficaz del alcalde Alejandro Eder, recuperando a Cali como distrito especial, para que le caigan encima.
Una de esas tristes muestras fue el arreglo por mantenimiento preventivo del puente del club Colombia, contiguo a la fuente Miami, que estaba ya deteriorado y amenazaba ruina, que, si se llegase a caer, sería una tragedia.
No contemplan la salvaguarda de la vida, la prevención, sino que acuden al ataque abyecto para decir que ¿cuál celebración? y no analizan: ¿Será poco abrir de nuevo un puente al servicio de la ciudad, luego de su mantenimiento en tiempo corto y a cero pesos, evitando una catástrofe? Es decir, la alcaldía de Cali no invirtió un centavo en esa restauración, dado que fue la aseguradora quien amparó ese daño y evitó la pérdida de vidas.
Es de aplaudir la eficiencia de la gestión del burgomaestre Alejandro Eder, de felicitar a su equipo de trabajo que intervino en esta restauración, una de ellas la directora de bienes inmuebles, doctora Noralba García quien, conjuntamente con la secretaria de infraestructura Luz Adriana Vásquez, lograron concluir esta tarea de forma -por demás- impecable.
Llevaba buen tiempo sin hacérsele mantenimiento y qué mejor ahora que llega la Cop-16.
Cali, distrito especial, recibirá a sus visitantes con vías adecuadas, como la entrada a la ciudad que, desde Sameco hasta la glorieta de Menga, era un verdadero calvario y, bajo la actual alcaldía, se dejó como una mesa de billar.
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