El llanto de Aurora

Rodrigo Fernández Chois

¡Despampanantes Shakira y JLo! La primera con 43 años y la segunda atravesando sus 50, no solo mostraron al mundo en el SuperBowl el inmenso talento musical que poseen, sino también una radiante, vigorosa y sensual belleza femenina que viejos paradigmas dan por eclipsada al alcanzar las edades de ambas estrellas.

Paradigmas, como lo son todos, basados en lo que ha sido la historia. Estos particularmente en la esperanza de vida: En Grecia y Roma antiguas se era viejo pasados los treinta. Vivir años demás eran “horas extras”. Y hasta hace poco, a principios del siglo XX, la esperanza de vida era de cincuenta y cinco años.

¿Quién puede dudar que vivir más es bueno? Para los economistas un aumento de la esperanza de vida es muy precioso, por lo que aplaudimos los veinte años de vida adicionales que hoy se han sumado a los cincuenta y cinco del siglo pasado.

Pero una cosa es vivir más y otra muy distinta es vivir más saludables y bellos. Una conclusión de Perogrullo, sin embargo, una deidad tuvo que aprenderla de la manera más amarga posible. Aurora, -el Sol naciente- se enamoró perdidamente de un hermoso hombre mortal. Deseándolo a su lado por siempre, le pidió a Zeus que le concediera la inmortalidad.

El astuto dios otorga el deseo, pero en la medida en que trascurren los años, el compañero envejece llegando a un deplorable estado de decrepitud con una inmortalidad miserable.

Aurora sentida lo liberó; y llora desde entonces un suave rocío en las mañanas. ¡Esperanza de vida saludable es la clave! Shakira y JLo son ejemplo.