Mario Germán Fernández De Soto

El júbilo de la libertad

Mario Germán Fernández De Soto

Pienso que la mayor expresión de ciudadanía que nos puede brindar la democracia es la libertad. Valor aplicado al libre pensamiento, a la libertad de movilidad y de asociación, a la del trabajo y también a la de elegir y ser elegido, entre otros derechos . Y es que, a propósito de la celebración del grito de independencia que terminó en la emancipación del yugo español para sustituir el virreinato por una nación soberana, quiero destacar en esta efeméride, la que simboliza el hito fundacional de nuestra historia nacional, la importancia del principio libertario con que se construyó la nacionalidad colombiana y, con ella, la formación del pensamiento de las nuevas generaciones proclives a la concepción de la República contra cualquier otra forma de gobierno.

Hoy conformados en una sola nacionalidad, con el esfuerzo de indígenas, afrodescendientes, mestizos, blancos y demás grupos poblacionales, encontramos nuestra mayor riqueza a partir de ser iguales en la diversidad. Por ello, miro con entusiasmo y optimismo nuestro presente, preparados para un mejor futuro, haciendo un balance institucional, para que de manera colectiva reflexionemos sobre lo que hemos logrado a lo largo de nuestra historia republicana y precisemos, igualmente, sobre aquello que nos falta por lograr: Una sociedad más justa y equitativa con un Estado moderno y eficiente al servicio de la ciudadanía, democrático, respetuoso de los derechos civiles, garante de la libertad con autoridad y orden en defensa de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución Nacional.

Este es un buen momento para expresar el júbilo de la libertad a partir de ser respetuosos con los derechos de los demás. El 20 de Julio debe ser un “espacio histórico” propicio para conmemorar la independencia de nuestro país en forma pacífica y civilizada, por la libertad y por la preservación de las instituciones nacionales que han consolidado el estado social de derecho a través de su historia.

No puedo compartir el llamado que algunos sectores hacen para regresar a los bloqueos y al desorden social y político, buscando con intereses politiqueros profundizar las diferencias entre los colombianos. El Gobierno no puede permitir más ataques contra los bienes públicos y privados ni contra la vida de las personas y, por supuesto, debe garantizar el derecho a la libre expresión y el respeto por los derechos humanos. Tenemos, a partir de la conversación nacional, la mejor opción para ponernos de acuerdo en lo fundamental, alcanzando una sana convivencia con oportunidades para todos. Me parece que el diálogo abierto debe continuar y sostenerse desde los gobiernos nacional, distritales, departamentales y municipales para abrir los caminos a propuestas concretas que definan planes de acción para resolver las problemáticas actuales, que son motivo legítimo de una sana discusión y demandas sociales y políticas que deben ser resueltas de manera consensuada a través de los canales institucionales. Por ello, en todo momento y lugar del país, las autoridades deben mantener el orden y la libre movilización ciudadana en las calles y vías nacionales para seguir construyendo el tejido social y empresarial que necesita Colombia para garantizar un mayor desarrollo social y económico que atienda las desigualdades sociales y la inequidad económica. Que el júbilo de la libertad en esta conmemoración sea el principal motivo para la unidad nacional. Libertad y orden.

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