El pasado sábado 29 de julio se cerró el proceso de inscripción de candidatos que buscan participar en la contienda electoral regional programada para octubre del presente año, marcando de esta manera el inicio de tres meses que definirán el futuro de nuestro país y de nuestra región para los próximos cuatro años.
Y no exagero cuando digo que marcará el futuro, porque es a nivel territorial con los Alcaldes y Gobernadores donde se ejecutan gran parte de los recursos y programas del orden nacional, de los cuales las Asambleas y Concejos Municipales son el principal veedor político y administrativo de su destinación.
El Valle del Cauca en particular presenta unos desafíos muy importantes para el próximo cuatrienio y es necesario que los ciudadanos que habitamos este territorio tengamos conciencia para una buena elección, una que nos exige corazón pero también razón para elegir adecuadamente.
Es que el departamento actualmente atraviesa una crisis de legitimidad en varios de los municipios más importantes, pues no hay que tapar el “sol con un dedo”, en general la percepción ciudadana de sus administraciones no es buena y hoy cuentan tanto los alcaldes, como los concejales y diputados con altos índices de desaprobación en todo el departamento.
En todo esto hay un riesgo enorme, el abstencionismo para la hora de votar, una situación que los vallecaucanos debemos entender favorece a los grupos tradicionales que basan sus campañas en burocracia, estructuras políticas y por supuesto en un apalancamiento muy fuerte en recursos económicos.
Si se presenta un crecimiento en la abstención electoral, significa que la mayoría de los ciudadanos, que en general no tienen que ver con esas grandes maquinarias políticas tradicionales, dejan en manos de unos pocos la elección y así, la espiral en la cual estamos inmersos será muy difícil de “romper”.
Algún día los amantes del sistema democrático esperamos poder presenciar que la abstención disminuya hasta su mínima expresión, una situación ideal para la elección de mandatarios y dirigentes políticos legítimos y ¿por qué no? Idóneos para el ejercicio de la administración pública como del control político a esos administradores.
El próximo 29 de octubre los colombianos y por ende los vallecaucanos tendremos la posibilidad de elegir bien y si es el caso, de manera diferente, tendremos una nueva oportunidad para repensar el desarrollo regional y en mi concepto debemos apostarle a nuevas dinámicas.
Hoy hay una imperiosa necesidad de escuchar propuestas más allá de los “show mediáticos” que estamos acostumbrados a presenciar, donde abundan la papayera, la caravana, la fiesta, pero donde escasean los argumentos y la profundidad necesaria para gobernar un territorio y eso ¡debe comenzar a cambiar!
Hay muchas apuestas, desafíos y retos, pero también hay una cantidad de posibilidades que debemos capitalizar, solo debemos tener claro el camino y la manera de hacerlo y para eso necesitamos diputados, concejales, alcaldes y gobernador(a) que estén dispuestos a apostarle al interés colectivo sobre el personal, pero que a su vez estos realmente tengan un buen conocimiento del territorio y una conexión con sus necesidades.
Solo así podremos pensar en los territorios con la posibilidad de iniciar un nuevo camino y de tener una nueva oportunidad.
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