El caso Santrich

Umberto Valverde

Los acuerdos de paz estarán en el filo de navaja todo el tiempo. Los intereses para que fracase son muchos. Siempre mis dudas sobre las negociaciones entre el Gobierno y las Farc eran sobre el tema del narcotráfico, el más complejo de todos.

Debo decir lo obvio: Si a Santrich le comprueban que continuaba haciendo negocios de narcotráfico, debe ser condenado. Ahora, investigado por la JEP, y, por las leyes colombianas, no por las leyes americanas.

En primer lugar, el delito de conspiración existe en Estados Unidos, pero no en el nuestro. Todo lo entregado por la DEA al Fiscal, que pareciera actuar para entregar un trofeo a Trump, son unas pruebas que pudieran considerarse como forzadas o creadas para un montaje. Sin embargo, dicen que el proceso se abortó porque avisaron a Santrich, porque lo ideal era capturarlos infraganti.

Este escándalo pone a prueba todos los acuerdos de paz. Lo importante es mantener la investigación bajo los conductos de las leyes de Colombia, no de Estados Unidos.

Si Santrich es culpable, que lo condenen. Si es así y, posteriormente, lo quieren extraditar, que lo hagan. Pero que la decisión no sea montar a una persona en un avión bajo una orden de Estados Unidos.

Colombia es el país del narcotráfico, antes y después de los carteles, es un producto que da demasiada ganancia para un país tan pobre, por eso la sustitución de cultivos es un fracaso absoluto.

El camino sería la legalización, pero eso no lo podemos hacer sin el respaldo de la comunidad internacional.

Ojalá este caso se maneje con tacto, es decisivo para el futuro del proceso de paz. La mejor recomendación es que no haya decisiones apresuradas.