De los datos a la toma de decisiones: La Inteligencia de Negocios para el crecimiento de tu empresa

Luis Alberto Gómez

Si bien el término de inteligencia de negocios o BI por sus siglas en inglés, en los últimos años ha tomado más fuerza gracias a los avances de la tecnología, es un concepto que surge en los años 60 como un sistema simple de intercambio de información entre empresas y que sobre los años 80, se transformó de manera importante, gracias a los modelos informáticos que permitieron capturar algunos datos y transformarlos en información para la toma de decisiones, y este principio es el que se mantiene hoy en día con la llegada de procesos más robustos que el crecimiento de información disponible también genera.

Pero más allá de los tecnicismos que este concepto y la misma metodología pueda tener, la inteligencia de negocios no es más que el uso que las empresas hacen de los datos que tienen o puedan tener para llegar a una visión integral y completa del funcionamiento de la organización, y la interpretación y análisis de estos datos le permitan a la empresa tomar decisiones estratégicas tales como la eliminación de las ineficiencias, entender rápidamente el comportamiento de los clientes, no solo para adaptarse sino para anticiparse a estos cambios logrando incrementar el valor percibido por el cliente, y obviamente su reflejo en el crecimiento de la empresa.

Otro de los beneficios de la inteligencia de negocios es identificar cómo se está comportando la competencia e identificar tendencias de mercado que le permitan a la empresa generar estrategias para aumentar las ventas y avanzar en el cumplimiento de sus metas, que es en este punto donde más allá de las ventajas del BI, es importante
comprender el papel que juega tener una estrategia clara de crecimiento para la empresa.

La estrategia de crecimiento de la empresa va más allá de la interpretación del enfoque clásico de la visión de la empresa, es establecer un norte que no tiene un límite de tiempo definido como tal, pero que sí cuenta con una serie de indicadores que son infalibles en su medición, y que en últimas le mostrarán a la empresa si está creciendo o no, y esto sólo se logra cuando la empresa logra entender que hay unas actividades que le generan ventajas y debe eliminar aquellas que, por el contrario, le restan valor.

Para entender cómo se relaciona la inteligencia de negocios y la estrategia de crecimiento, para ello, y como el elemento más importante, la empresa debe tener claro cuáles son sus objetivos, para que la empresa sobre estos objetivos inicie el proceso de recopilación de datos, que posteriormente se analizan utilizando procesos estadísticos y análisis predictivos para descubrir patrones y/o pronosticar patrones futuros, que finalmente puedan brindar respuesta a una pregunta clave en toda empresa ¿por qué sucedió esto, y qué puede suceder después?, respuesta que permita agilizar la toma de decisiones basada en datos, que a su vez deben orientarse en el cumplimiento de los objetivos propuestos, convirtiéndose este proceso continuo de generación de valor tanto para la empresa como para los clientes.

Ahora bien, la importancia de la inteligencia de negocios no solo se centra en el tratamiento y análisis que se hagan de los datos y su influencia en la toma de decisiones estratégicas de la empresa, también radica en la forma como se comunican los hallazgos y se transmita la información de manera práctica y entendible para que todos los colaboradores puedan aportar con ideas y estrategias para la construcción de una cultura analítica en las
decisiones de negocio, y esta forma de comunicación se basa en un concepto que se usa mucho en procesos de innovación, que es el storytelling o contar historias a través de datos.

Cuando estas historias se convierten en parte de la cultura de la empresa, se facilita la presentación y el entendimiento de la progresión de la información, de su análisis, de crear suposiciones sobre los cambios en los patrones o el comportamiento de los datos, probar ideas, entre otros tipos de análisis, lo que conlleva a la creación de una conversación abierta sobre estas ideas donde personas y colaboradores de diferentes roles, áreas o
departamentos pueden aportar y generar diversidad de perspectivas antes de tomar alguna decisión de negocios.

En resumen, cuando se habla de inteligencia de negocios simplemente es la capacidad y la habilidad que adquieren las empresas – claro está, con alguien formado y capacitado en el tema – de generar información relevante, en tiempo real, dinámica y adaptable que le permitan generar estrategias orientadas al cumplimiento de los objetivos de crecimiento, ahora bien, ¿qué tipo de análisis se puede hacer?, bueno, sin importar la complejidad o la
cantidad de información que pueda tener disponible, es posible realizar análisis de rentabilidad por tipo de producto, caracterización de clientes por frecuencias de compra, preferencias y gustos, si la empresa tiene diferentes puntos de ventas, generar mapas de calor a través de la categorización de ventas combinando todos estos tipos de análisis, entre muchos otros.

La inteligencia de negocios es una combinación de herramientas que permiten conocer qué es lo que está pasando en la empresa, el porqué puede estar sucediendo una u otra situación, realizar predicciones basados en la información analizada en diferentes escenarios a futuro, todos estas ventajas le generarán una ventaja competitiva a la
empresa, la optimización de resultados y porque no, la oportunidad que conocer mejor a tus clientes buscando el fortalecimiento de la gestión comercial.

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