La nefasta herencia de las maneras como “mandaban” los narcos en la ciudad, hace más de veinte años, es el reflejo de lo que se vive hoy en día en diferentes sectores de Cali. El no acatar las normas, el irrespeto a la autoridad, la actitud de no me importa de los jóvenes y el descontrol de la gente que se “parcha” en los andenes a ingerir bebidas alcohólicas, son situaciones que nos siguen generando mucha preocupación en un momento donde el mensaje es cuidarnos.

Desde que tengo uso de razón, Cali ha sido rumbera, alegre y sin límites, pero ver a tantas personas realizando fiestas en los barrios, cuando deberíamos estar acatando las recomendaciones del gobierno por el riesgo de la pandemia, me ratifica que ese tipo de realidades hacen parte de una enfermedad que yo he llamado “traquetomía”, que jamás se erradicó. “Traqueto”, es un término procedente del lenguaje de los sicarios del narcotráfico y hace referencia al sonido de una ametralladora. Cali lleva en su piel rezagos muy marcados de esa cultura “traqueta”, donde los asuntos se resuelven con violencia, donde se pregona el machismo, se hace ostentación de las cosas en público, donde se despilfarra en una noche el pago de algún trabajo o donde se compra a mujeres y amigos.

Esta cultura, nos sigue haciendo mucho daño y pone en riesgo la convivencia y la vida de una ciudad que necesita ser respetada. Valoro la campaña denominada “el héroe sos vos”, que emprende el Alcalde para que seamos responsables, pero personalmente me resulta ser un esfuerzo agotado, cuando en mi realidad no tengo la vacuna para esos “traquetos” sociales a quienes no les importa nada ni nadie.

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