¿Cali Distrito?

Carlos Hernán Rodríguez Naranjo

Mucho es lo que se ha hablado sobre la transición de Santiago de Cali de municipio a distrito especial, pero poco es lo que se habla sobre la realidad de esta situación.

Para la ciudad es una oportunidad otorgada por la Ley en función de la envergadura y el potencial de sus actividades socioeconómicas.

Este proyecto implica la reformulación y reestructuración de la división político-administrativa de la ciudad, desapareciendo las comunas y dando lugar a seis localidades urbanas y una rural.

Pero más allá de eso debemos preguntarnos cuáles son las implicaciones y las ventajas asociadas a nuestra transformación en distrito especial.

Nos dará la posibilidad de proyectar a la ciudad a nivel mundial, desde su conformación Cali ha tenido un potencial enorme, se ha destacado en actividades deportivas, culturales, turísticas, empresariales y de servicios y la transición permitirá fortalecer estos sectores económicos.

Sin embargo, ¿cómo se alcanzaría esto? Cali Distrito abre la posibilidad de consolidar economías de aglomeración o clústeres que, situados en las nuevas localidades, hagan las veces de centralidades de oferta de bienes y servicios.

No puedo dejar de decir que aunque la nueva categoría no trae consigo más recursos para la ciudad, sí trae un impacto económico muy positivo, dado que además de fortalecer la reactivación económica, tendríamos más facilidades para participar en los recursos del nivel nacional.

Esto nos pone a imaginar cómo sería Santiago de Cali con un mayor ritmo de crecimiento económico y de generación de oportunidades de todo tipo en los sectores antes mencionados.

Imaginarse a Cali como una ciudad que cuenta con las condiciones necesarias para prestar servicios de la mejor calidad en clústeres educativos, de salud, tecnológicos, culturales y deportivos ya es suficiente para entender las bondades del tránsito efectivo a distrito.

Pero, yendo más lejos, el fortalecimiento del sector turístico va a permitir explotar un potencial poco explotado: nuestra ruralidad. Con la agrupación de los corregimientos en una localidad aparece la posibilidad de elaborar un plan de desarrollo turístico que incluya, garantizando las condiciones de seguridad, actividades de avistamiento de aves, senderismo ecológico, educación ambiental, entre otras.

Por su parte, el sector empresarial se verá beneficiado porque, gracias a la aglomeración económica, disminuiría sus costos de producción y logísticos, ya que podrá encontrar, con mayor facilidad, la oferta de bienes y servicios complementarios para generar encadenamientos productivos.

De aquí que, el ser distrito especial nos conduzca por la senda de la productividad y la competitividad, generando empleos, especializando la mano de obra y fortaleciendo un tejido empresarial que ha venido sufriendo fuertes embates.

Además, creo que con el apoyo constante y juicioso por parte de la Administración y del Concejo Distrital, Cali Distrito Especial implica también la posibilidad de cerrar progresivamente las brechas sociales, espaciales y económicas de nuestra sociedad y de apropiarnos más de nuestro territorio.

Con la conformación de las siete localidades no solo se abren más espacios de participación ciudadana, sino que aparecen más garantías para actuar en función de la protección de elementos ambientales de alto valor, como nuestras cinco cuencas hidrográficas, corredores ambientales, espacio público, entre otros.

Las propiedades hasta aquí expuestas ya nos dicen que debemos apoyar al máximo esta iniciativa y ser juiciosos para que lejos de afectos políticos y resquemores, nos unamos a imaginar un futuro que hoy, más que nunca, está en nuestras manos. Cali Distrito Especial, Deportivo, Cultural, Turístico, Empresarial y de Servicios se nos ofrece como un sueño posible, pero dependerá de nosotros hacer que se convierta en una realidad.

Presidente del Concejo Distrital de Santiago de Cali.