Cali, noviembre 3 de 2025. Actualizado: sábado, noviembre 1, 2025 08:46
Por Rosa Maria Agudelo Ayerbe – Diario Occidente | Redacción Tecnología
La empresa OpenAI, creadora de ChatGPT, anunció que su próxima generación de inteligencia artificial será capaz de entender temas complejos de biología: desde predecir cómo reacciona una sustancia en el cuerpo, hasta ayudar a diseñar tratamientos médicos.
¿Qué significa esto para una persona del común? Mucho más de lo que parece.
Si bien este avance puede sonar técnico o lejano, en realidad toca áreas fundamentales de nuestra vida: la salud, los alimentos, la seguridad y la forma en que enfrentamos futuras pandemias.
Esta nueva IA no solo responde preguntas: puede analizar información médica, guiar experimentos en laboratorios y hasta imaginar soluciones a problemas que antes tardaban años en resolverse.
Todo esto suena prometedor, pero también implica riesgos si no se usa de forma responsable.
Por eso, OpenAI ha comenzado a trabajar con expertos en bioseguridad, salud pública y defensa, para asegurarse de que esta tecnología no se utilice con fines dañinos.
La empresa ha creado un plan de preparación que incluye entrenamientos éticos, controles automáticos y pruebas para detectar posibles fallas antes de lanzar cualquier herramienta al público.
Aunque no trabajes en un laboratorio, estos desarrollos pueden influir directamente en tu día a día:
Podrías acceder en el futuro a diagnósticos más rápidos, tratamientos personalizados y medicamentos más precisos gracias al apoyo de la IA en biología.
Estas tecnologías también podrían aplicarse para evitar plagas, mejorar cultivos o prevenir enfermedades transmitidas por comida.
Como toda herramienta poderosa, mal usada puede representar un peligro. Si alguien la emplea para crear virus o agentes biológicos, podría haber consecuencias graves. Por eso es clave la supervisión y las normas éticas.
OpenAI asegura que no lanzará esta IA al público sin tener todas las medidas de seguridad activas.
Pero como ciudadanos, tenemos el derecho y el deber de seguir de cerca cómo se usa esta tecnología y exigir transparencia.
OpenAI organizará en julio una cumbre global sobre biodefensa, y ya trabaja con laboratorios como Los Álamos para detectar a tiempo cualquier uso indebido.
Todo esto hace parte de su “Preparedness Framework” o marco de preparación, un plan para actuar antes de que los riesgos se conviertan en problemas reales.
La inteligencia artificial está entrando en terrenos que antes eran solo para científicos. Si se usa bien, puede mejorar nuestra calidad de vida.
Pero también requiere vigilancia, ética y educación ciudadana. La tecnología avanza. Nosotros también debemos hacerlo.
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