Cali, septiembre 29 de 2025. Actualizado: lunes, septiembre 29, 2025 15:38
Un reconocimiento por su labor de protección de las aves playeras migratorias de la costa del Pacífico latinoamericano obtuvo la Asociación Calidris que fue entregado en la XX edición de los Premios Fundación BBVA a la conservación de la Biodiversidad.
El galardón es un reconocimiento al esfuerzo colectivo coordinado por la Asociación Calidris , el cual reúne a socios de once países que tienen costa en el Pacífico latinoamericano, desde México hasta Chile, quienes visitan 148 humedales de la costa del Pacífico.
De esta red también hacen parte dos socios de Estados Unidos y Canadá.
El Proyecto de las aves playeras migratorias del Pacífico americano, coordinado desde Colombia por la Asociación Calidris, fue premiado en la modalidad de “Actuaciones en Conservación de la Biodiversidad en Latinoamérica”.
Según el jurado del premio esta actuación ha sido desarrollada en una “amplia franja geográfica, alineando la fundamentación científica y la participación de la sociedad, desde México hasta Chile, englobando 148 humedales costeros en 11 países”.
El jurado destacó las acciones de conservación informadas y evaluadas científicamente, la creación de bases de datos disponibles para la comunidad científica, y el éxito en la mitigación de las perturbaciones humanas en las poblaciones de aves playeras.
Este proyecto, según recordó Calidris, nació en 2011 como una red de organizaciones dedicadas a realizar conteos científicos de aves playeras en los lugares por donde migraban.
Catorce años más tarde, aglutina a organizaciones de los once países que tienen costa en el Pacífico latinoamericano, desde México hasta Chile, convirtiéndose así en un apoyo clave para la conservación de estas aves y fortaleciendo las comunidades que viven en torno a sus ecosistemas.
Cuando Luis Fernando Castillo, director de la Asociación Calidris, cursaba la asignatura de Ecología de Aves Marinas y Playeras en la Universidad del Valle, un grupo de estudiantes se organizó para anillar las aves que pasaban por las playas colombianas durante su migración, y liberarlas con la esperanza de que su esfuerzo contribuyeran a estudiar mejor su comportamiento.
Castillo recordó que “por aquel entonces, el estudio de las aves playeras era muy novedoso. Pero nos resultaba muy excitante pensar que estábamos contribuyendo a un ejercicio mucho más grande, que nuestra playa estaba conectada con Alaska y con la Patagonia”.
Aquel grupo pronto se constituyó en la Asociación Calidris, y, dado el carácter migratorio de las aves, enseguida comenzó a interactuar con otras iniciativas similares de otros países.
Apoyados por el Servicio Forestal de Estados Unidos, concibieron un proyecto de monitoreo que integrara toda la región que abarcaban aquellas aves.
Se fueron sumando más países paulatinamente y, desde 2019, el proyecto integra a Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México, incorporando además a organizaciones en los dos países del Pacífico norteamericano, Estados Unidos y Canadá.
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