Cali, septiembre 10 de 2024. Actualizado: martes, septiembre 10, 2024 22:53
En el corazón de la Comuna 15 de Cali, un hombre se convirtió en el rostro de la esperanza, el cambio y la resiliencia.
William David Angulo Merchancano, un líder social apasionado, dedica su vida a mejorar su comunidad a través de la música y la acción social.
Su historia es un testimonio de cómo la creatividad y la determinación pueden transformar incluso las áreas más complicadas.
Angulo, oriundo del asentamiento Brisas del Bosque en el Distrito de Aguablanca, encontró en la música una vía para enfrentar las dificultades de su entorno, el cual no solo es una pasión, sino también una herramienta poderosa para la transformación social.
La necesidad de traer programas y festivales a su barrio impulsó a Angulo a involucrarse activamente en su comunidad.
Los desafíos del Distrito de Aguablanca, una de las zonas más marginadas de Cali, fueron el catalizador para su compromiso social.
Angulo y su equipo trabajan incansablemente para organizar eventos culturales y educativos que ofrezcan alternativas a la violencia y la falta de oportunidades.
Desde sus primeros pasos en el trabajo social, la trayectoria de Angulo fue una mezcla de dificultades y logros. Su dedicación y esfuerzo fueron fundamentales para construir la credibilidad necesaria para liderar diversos procesos en la comunidad.
El activismo de Angulo se centra en la defensa de los derechos de la comunidad afrodescendiente y de cualquier persona necesitada.
Su iniciativa “Rompiendo Fronteras x la Paz” reúne a jóvenes de diferentes comunas del oriente de Cali para participar en actividades como freestyle, rap y organización de eventos. Esta plataforma permitió a muchos jóvenes encontrar una voz y un propósito a través de la música.
Uno de los aspectos más notables del trabajo de Angulo es su capacidad para conectar con la comunidad a través de la música. Su género, que abarca panafricanismo, reggae, dancehall, bultron, rap y hip-hop, le permite llegar a una audiencia diversa y transmitir mensajes de paz y unidad.
“Mi show se llama Furiaafrik, y ese es mi primer álbum que voy a grabar”, comenta Angulo, mostrando su entusiasmo por compartir su música con el mundo.
La organización de eventos en el Boulevard del Oriente y otras áreas fue una parte crucial del trabajo de Angulo.
Competencias de batallas de freestyle, talleres de música, cine al parque, y ollas comunitarias son solo algunas de las actividades que su equipo lleva a cabo regularmente.
Estas iniciativas no solo ofrecen entretenimiento, sino también educación y oportunidades para la comunidad.
La Asociación de Artistas y Vendedores “Somos la Cultura,” de la cual Angulo es miembro, desempeña un papel vital en la seguridad y el servicio al cliente en el sistema de transporte masivo MIO de Cali.
Este grupo, compuesto por 100 personas, está activo desde hace más de 13 años, monitoreando y apoyando la economía popular en el transporte público. Su trabajo es un ejemplo de cómo la colaboración y la dedicación pueden generar cambios significativos en la comunidad.
El camino de Angulo no estuvo exento de desafíos. La falta de insumos y recursos fue una barrera constante en su trabajo social.
“No tener los insumos para poder transformar y cambiar vidas y hacer la pedagogía que se rodea del hambre y la violencia”, lamentó. Sin embargo, su amor por el arte y el apoyo de su familia han sido pilares fundamentales para superar estos obstáculos.
Entre los logros más destacados de Angulo se encuentra la motivación de muchos jóvenes que hoy en día son freestylers o organizadores de eventos de batallas de freestyle.
Su impacto en la comunidad es palpable, y la credibilidad que ha ganado es un testimonio de su dedicación.
“El impacto es grande porque donde pasa, te respetan,” afirmó, subrayando el respeto y la admiración que ha cultivado en su comunidad.
La colaboración es un elemento clave en el éxito de Angulo. Ha trabajado con diversas organizaciones y líderes sociales para maximizar el alcance de sus iniciativas.
“Hemos trabajado con el Movimiento Nacional, la Fundación Alvalarice, la alcaldía y colectivos en Cali y Colombia”, explica Angulo. Estas alianzas son cruciales para llevar a cabo proyectos a gran escala y garantizar un impacto duradero.
La visión de Angulo para el futuro es clara: continuar utilizando la música y la acción social para transformar su comunidad. Su trabajo no solo cambia vidas, sino que también inspira a otros a unirse a su causa.
“Involucrando a todos los colectivos a que participen en nuestras actividades y hagan parte de nuestra familia”, dice Angulo, destacando la importancia de la inclusión y la colaboración.
La historia de William David Angulo Merchancano es un ejemplo de cómo un individuo puede marcar la diferencia en su comunidad.
A través de la música y el compromiso social, logrando transformar vidas y crear un legado de esperanza y cambio en la Comuna 15 de Cali. Su trabajo continúa inspirando y mostrando que, con determinación y pasión, es posible romper fronteras y construir un futuro mejor.
Al escuchar música, el cerebro libera dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa, lo que genera sentimientos de felicidad y bienestar. Además, puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, promoviendo un estado de relajación y calma.
Este efecto es tan profundo que la música se utiliza en terapias para tratar la ansiedad, la depresión y otros trastornos emocionales, mostrando su capacidad para alterar el estado de ánimo y mejorar la salud mental.
La música tiene una capacidad única para unir a las personas, actuando como un lenguaje universal que trasciende las barreras culturales y lingüísticas.
En eventos comunitarios, festivales y reuniones, la música crea un espacio donde las personas pueden conectar emocionalmente y compartir experiencias colectivas.
Esta conexión emocional facilita la creación de lazos sociales y fomenta un sentido de pertenencia y comunidad.
La música, a través de sus ritmos y melodías, puede sincronizar los movimientos de las personas, promoviendo la cohesión social y fortaleciendo la identidad grupal.
El uso de la música en movimientos sociales y causas comunitarias ejemplifica su poder para movilizar y unir al pueblo.
Canciones con letras significativas pueden inspirar a las personas a tomar acción, al mismo tiempo que proporcionan una banda sonora para la resistencia y el cambio.
La música también sirve como un medio para preservar y transmitir la cultura, reforzando la historia y los valores compartidos de una comunidad.
En tiempos de crisis o celebración, la música puede actuar como un faro de esperanza y solidaridad, demostrando su capacidad para unir a las personas en torno a un objetivo común.
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