Cali, septiembre 10 de 2024. Actualizado: martes, septiembre 10, 2024 12:42
“Nací, crecí y me culturicé en la ciudad de Tumaco, Nariño”, relata Víctor Cortés, quien desde temprana edad ha ejercido un liderazgo social defendiendo los derechos humanos de la población LGBTIQ negra.
“Me reconozco como una persona trans masculina, mi liderazgo comenzó en el colegio, a la edad de 15 años”, relata.
Según el líder, sus compañeros de colegio confiaban en él y le daban la vocería para expresar las inconformidades que tenían: “me gustaba sentir que podía ayudar y hablar por personas que, tal vez, les daba miedo hablar”, de esta forma, encontró su camino en el liderazgo social.
“Fui presidente de la junta de acción comunal de mi barrio desde muy joven, siendo menor de edad”, cuenta Cortés. También, encontró su pasión por el liderazgo junto a personas LGTIQ víctimas del conflicto armado, “trabajando por los derechos humanos, ayudando a la gente, reclamando las cosas que nos pertenecen”.
Cortés habla con inspiración sobre su trabajo con la comunidad LGTIQ víctima del conflicto armado, con quienes ha realizado un trabajo de concientización acerca de la heteronorma y las violencias ocasionadas por salirse de esta, pues muchas mujeres y personas de la comunidad pensaban que: “si una persona de un grupo X o en la calle me dijeron estas cosas, o me llevaron y me abusaron sexualmente, pues es mi culpa porque estoy haciendo algo malo, es un castigo y me lo merezco”.
En este sentido, Cortés ha trabajado en pos de “entender que no está mal querer como se quiera ser”, llevando a la comunidad el mensaje de que “seas como seas, eres un ser humano sujeto de derechos, y nadie tiene el poder de violarte”.
Actualmente, el líder trabaja con el colectivo Posá Suto, que en lengua de Palenque significa “nuestra casa”, y que tiene como finalidad ser un espacio seguro para personas negras donde se cuestione el género y la raza por medio del arte.
“Es un colectivo afrocentrado donde le apostamos a la sanación”, cuenta Cortes, para quien es importante sanar porque “la gente negra, pero sobre todo la gente marica, está muy rota”. Así pues, en Posá Suto: “estamos convencidos que desde el arte se puede transformar”, llevando a cabo procesos artísticos de escritura, danza, canto, entre otros.
Cortés trabaja con la fundación Sidoc como enlace territorial en el proyecto Forjar Oportunidades, el cual va dirigido a jóvenes vulnerables de entre los 18 y 28 años de barrios empobrecidos de la ciudad de Cali.
Según el líder, el proyecto trabaja con 4 componentes, los cuales estan enfocados en la generación de ingresos, el apoyo psicosocial, el arte y el deporte y la ciudadanía. “Yo hago parte del componente de ciudadanía”, afirma Cortés, “el cual busca que tanto las organizaciones como las personas del barrio vean que los jóvenes tienen sueños, que los jóvenes le apuestan a la transformación de sus territorios y que están trabajando para ellos”.
En este sentido, realizan talleres con los jóvenes en torno a temas como la identidad, la resolución de conflictos, la ciudadanía participativa, las violencias basadas en género y “demás temáticas que ayudan a la cercanía entre los jóvenes y la comunidad”.
Además, Cortés cuenta que hacen “una cosa que nosotros llamamos Acciones de Ciudadanía”, las cuales consisten en realizar, junto a los jóvenes, actividades basadas en lo que aprenden en los talleres y que contribuyen a la comunidad.
De esta forma, desde Forjar Oportunidades: “hacemos restauraciones de parques, hacemos ollas comunitarias, limpiamos y pintamos los espacios, entre otros”. Cabe aclarar que, si bien el programa trabaja con jóvenes de diversos barrios y comunas, Cortés desarrolla su trabajo con 50 jóvenes del barrio Llano Verde, sector en el cual enfoca su trabajo a día de hoy.
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