El conflicto en la frontera entre Ucrania y Rusia mantiene la tensión en Europa ante un posible conflicto bélico. La región del Donbás, en el este de Ucrania, vive una confrontación armada con la anexión rusa de la provincia ucraniana de Crimea desde 2014. Ucrania era parte de la Unión Soviética, que se disolvió en diciembre de 1991 y el Kremlin argumentó el anexó de la provincia como un reclamo histórico.

Ucrania comparte lazos históricos con Rusia por ser una antigua república soviética, además de la alta población de habla rusa que comprende cerca del 18% de la población ucraniana.

En 2014, los ucranianos proeuropeos depusieron a su presidente prorruso, Viktor Yanukóvich. La situación llevó a Rusia a apoyar militarmente a los separatistas ucranianos del Donbás.

Desde entonces Ucrania ha argumentado que Rusia trata de desestabilizar el país antes de una invasión militar prevista. Las potencias occidentales advirtieron repetidamente a Rusia en las últimas semanas que no debe realizar más movimientos agresivos contra Ucrania.

Varios mandatarios como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, e incluso el Gobierno de EE.UU han dado a entender que hay altas probabilidades de que Rusia invada Ucrania con el fin de evitar que salga de la órbita de influencia militar rusa y se acerque a occidente.

A mediados de enero Rusia comenzó a trasladar tropas a Bielorrusia, país fronterizo con Rusia y Ucrania, para preparar unas maniobras militares conjuntas en febrero.

El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó hoy que algunas de las tropas estacionadas en la frontera del país con Ucrania están regresando a sus bases después de completar los simulacros.

Créditos de contenido, foto y video a AGENCIA DE NOTICIAS RPTV

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