Los seres humanos son iguales en esencia, hacer el ejercicio de observar a los demás es entender el comportamiento del otro; a partir de ese entendimiento, cada quien comenzará a conocerse mejor.

Puede que el resultado de este ejercicio sea una locura y genere en la persona que lo realiza un nivel de angustia terrible, la razón es que cada ser de este planeta está dominado por una bestia.

Los comportamientos negativos son solo eso, una bestia a la que se debe aprender a controlar porque puede hacer mucho daño. No solo a la persona que la tiene por dentro, sino a quienes están a su lado e incluso a sus proyectos.
A veces se comete un error grave, dedicarse a analizar la conducta de los otros desde un punto de vista muy personal o subjetivo (juzgar) sin tomar en consideración la realidad de cada quien.

Ese tipo de actitud ha hecho mucho daño a la humanidad, creerse el dueño de la verdad y tratar de que actúen o se comporten según ella, es ser un tirano.

¡Una de las bestias terribles que más domina! Pero como esa, existen muchas otras. Conductas equivocadas que alejan a la persona de lo que realmente quiere ser, la convierte en un animal sin control, dominado por sus miedos y egoísmos.

Las siguientes, específicamente son más fuertes y dañinas:

La envidia, querer lo que tienen los demás, sin tomar en cuenta que eso puede que no combine con la personalidad de quien envidia, simplemente por tener un concepto errado de lo que es la realización personal y el éxito.

Envidiar el bien del otro o la vida del otro, es como un cáncer que carcome el alma e incluso la voluntad paso a paso. Puede llegar a ser capaz de neutralizar la vida en un túnel muy oscuro del que es extremadamente difícil salir.

Envidar es atentar contra los sueños propios, poniendo por encima de ellos algo que no es real.

Otro comportamiento bestial es hablar de otra persona o sobre la actitud de ella, sin tener la certeza de qué causó eso que está haciendo, solo porque quien critica se siente con el poder de hacerlo.

La crítica sin bases o por capricho, solo ayuda a la autodestrucción, porque lleva a parecer en lugar de ser, y esta es la tercera bestia que se debe dominar para poder alcanzar el éxito.

Cuando se permiten comportamientos dominados por pensamientos o hechos negativos de ese calibre, la vida se convierte en un caos; una especie de pelea eterna entre el ego y los miedos.

De esa batalla no sale nada bueno, si se deja que ambos contrincantes se hagan con la victoria; permitir que el lado negativo domine la realidad, es un error muy difícil de borrar.

No todo el tiempo se puede tener la razón, lo demás no son los únicos que se equivocan, el ego (negativo) en exceso enferma y el miedo paraliza.

Los hombres y mujeres que buscan el éxito, son más poderosos de lo que realmente saben. Pueden hacer más de lo que creen, tienen la facilidad de darle vida a la vida y de convertir lo malo en algo realmente bueno.

Pero eso ocurrirá si se aprende a hacerlo, si se trabaja en el crecimiento personal, porque ser indiferente ante los malos comportamientos no ayuda; si no se hace algo por mejorar, el éxito también será indiferente con quien lo busca. La vida no es ver la paja en ojo del otro, es verla en el propio y ver qué se hace con eso.

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