Cali, diciembre 7 de 2024. Actualizado: sábado, diciembre 7, 2024 00:11
La Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, reiteró este viernes el llamado a que el aumento del salario mínimo para 2024 sea moderado y evite una mayor contracción económica del país el próximo año.
Tras conocerse el dato de productividad, entregado por el Dane, la presidenta de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture manifestó que:
“El contexto económico del país de desaceleración, reflejado en un menor crecimiento, inflación que continúa alta y una productividad negativa, reitera el llamado desde AmCham Colombia a que el aumento de salario mínimo para 2024 sea moderado, ayude a mantener viabilidad empresarial y sea parte de un plan de reactivación económica que dinamice el consumo en hogares”.
Un aumento moderado del salario mínimo para 2024 será el primer paso en el próximo año para avanzar en la lucha contra la alta inflación, que seguirá golpeando a los hogares más vulnerables, facilitará mantener y crear nuevo empleo formal que garantice ingresos a las familias colombianas y permitirá la viabilidad empresarial que ya enfrenta altos costos en los insumos y una caída en el consumo.
“Es importante recordar que el aumento del salario mínimo, por norma Constitucional, no puede estar por debajo del dato de inflación. Por eso, dentro de las variables a analizar en este proceso, y teniendo en cuenta que tenemos un IPC sobre niveles del 10%, lo más sensato sería un aumento mesurado teniendo en cuenta estos factores. No se puede desconocer que hay múltiples factores que están indexados a esta alza, como son el costo del transporte; los arriendos; servicios públicos, entre otros. Esto significa que lo que aumente el salario, aumentarán los mencionados, generando una mayor presión al bolsillo y no un incentivo o incremento real en el poder adquisitivo de los colombianos”, dijo María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia.
A lo anterior, es importante sumar el factor de productividad, que los analistas calculan en máximo 1,5% para 2023.
“En productividad hay un largo camino por recorrer, los resultados demuestran que es urgente la inversión y sofisticación de los procesos corporativos y por eso, el cremento del salario mínimo debe garantizar que las empresas puedan seguir generando empleo formal y dándoles viabilidad para su funcionamiento”, afirmó.
En el contexto económico, “hay una clara desaceleración económica y para evitar una recesión se requiere, de manera urgente, de un plan de choque articulado entre sector público y privado para reactivar sectores como de la construcción que tiene una marcada caída, de comercio y reparación de vehículos e industria manufacturera que están en terreno negativo. Al mismo tiempo, las proyecciones de menores utilidades de Ecopetrol y la inestabilidad en las actividades de minas y canteras está generando una influencia importante en el crecimiento económico, por lo que también es indispensable avanzar en una transición energética de forma responsable y paulatina”, recordó la Presidente de AmCham Colombia.
En septiembre, la tasa de desempleo se ubicó en 9,3%, de acuerdo con cifras del DANE. Si embargo, se percibe una menor generación de empleo.
Mientras en agosto se crearon 1 millón de puestos de trabajo, en septiembre fue de 717 mil. Al mismo tiempo, hay un aumento de informalidad de 0,2 p.p. a nivel intermensual ubicándose en 56,1%.
Entre enero y septiembre, las exportaciones de Colombia a todo el mundo se registraron en US$ 36.791,1 millones, presentando una desaceleración de 15,4% frente a los flujos del mismo periodo de 2022 de US$ 43.492,6 millones, de acuerdo con cifras del Dane.
Las ventas minero-energéticas se han reducido 22% y las no minero-energéticas 7,4%. Hacia Estados Unidos, las ventas totales han caído 13,1% al pasar de US$ 11.334,3 millones entre enero y septiembre de 2022 a US$ 9.852,5 millones en el mismo tiempo de este año.
La caída en las exportaciones responde a las menores ventas del sector minero-energético en -27,7% por el orden de US$ 4.034,6 millones.
Por su parte, el sector no minero-energético muestra resiliencia, con crecimiento del 1,1% pasando de US$ 5,756,4 millones en los primeros nueve meses de 2022 a US$ 5.817,9 millones.
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