Leyla Cortés tiene claro que ser empresaria no fue una tarea fácil, que fue un proceso lento que se consolidó en el tiempo en el que se ha crecido desde lo emocional, familiar y económicamente.

Hoy en día es una marca que representa la belleza de la mujer y el acople perfecto desde el ADN femenino.

Ella es nuestra invitada hoy en “Mi talento es negocio: Soy empresario y emprendo con entusiasmo”.

Este evento organizado por la Secretaría de desarrollo económico y competitividad de la Gobernación del Valle y el Diario Occidente.

Un encuentro con valientes vallecaucanos que siguen llevando hacia el éxito sus emprendimientos, generando empleo y fortaleciendo el tejido empresarial del departamento.

Hablamos con Leyla de su faceta como empresaria, de las lecciones aprendidas y de sus mensajes para quienes hoy están dando los primeros pasos de su emprendimiento:

¿De dónde nace esta idea de negocio?

Soy diseñadora textil, es lo que estudié. Hace ocho años nace 19, iniciamos con nuestra primera línea que eran salidas de baño.

A medida que fuimos creciendo, implementamos otras líneas de las cuales la última fue la de vestidos de baño porque no quería meterme en esa línea tan competitiva.

Pero las clientas lo fueron pidiendo y se hizo por pedido, iniciamos con las salidas de playa, ropa de playa, vestidos de baño y ahora tenemos una nueva línea que son las sudaderas.

¿Qué busca siempre la marca?

Cumplir con las necesidades de las clientas sin perder el ADN de la marca, eso es lo que siempre hacemos.

¿Cuándo decides emprender?

Inicialmente estudié la carrera pero no la ejercí cuando la terminé ya que por cosas de la vida me dediqué a otros negocios. Siempre tenía la parte creativa que quería hacer algo pero lo veía como un hobbie, tenía mi trabajo y la marca era el plan B.

¿Cuándo cambia la historia?

En un momento en que ya no me llenaba lo que hacía y decidí apostarle a lo que había estudiado y me apasionaba.

Fue difícil porque era empezar y depender económicamente de 19.

En la parte operativa tengo a mi mamá, ella es quien le da vida a las ideas que traigo.

Empezamos a sacar muestras, la verdad 19 es un bebé que creció lentamente, ha sido un proceso largo.

¿Qué ha sido lo más difícil?

Depender 100% del emprendimiento porque ya no se puede tener como un plan B sino de estar 100% concentrado, es invertir e invertir, apretar y luego recibir los frutos.

Es algo lento pero enriquecedor porque cuando ya ves la venta final y gusta es muy satisfactorio, algo que sobrepasa lo económico y te demuestra que vas por buen camino, que tienes talento y que si se puede.

¿Cómo llegas a ValleINN?

Nosotros estamos ubicados en la Comuna 10 y nos llega la información.

Empiezo a asistir a las reuniones y hay que llenar papeles y hacer el proceso bien.

Luego nos llamaron, vienen las entrevistas y nos benefician con los recursos.

¿Qué viene para la marca?

Nosotros ya exportábamos, tenemos clientes que compran nuestras prendas para sus tiendas.

Estamos en República Dominicana, Puerto Rico y Arabia Saudita.

Para nosotros como marca viene el seguir aumentando canales de venta y líneas que no dependan 100% de vacaciones y tener unas ventas más constantes en el diario vivir.

¿Qué es lo más importante?

Hay que tener muy claro el ADN de la marca, quién es nuestra clienta, cómo piensa, sus necesidades, frustraciones, como utiliza su tiempo.

En pandemia me preguntaba dónde estaban, qué hacían, cómo era su día a día y de allí surge la línea de estar bien vestido pero en casa y en esa época me fue muy bien con las sudaderas.

Ahora la hemos vuelto a implementar y con una línea nueva que se usa más en el día a día.

¿Un consejo para los emprendedores?

Cuando inicié con la marca tenía claro que tenía que invertir en conocimiento e hice un curso que era sobre como estructurar la marca y eso me confrontó; pero me permitió dar enfoque hacer trabajo investigativo de tendencias, texturas, moda, además que uno hace todo. Por eso lo recomiendo porque muchas veces no tenemos foco.

Instagram @diecinueveco

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