La ciudad enfrenta una disminución en los niveles de los ríos Cauca, Meléndez y Cali, lo que llevó al Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma, a hacer un llamado urgente al uso racional del agua.

Según los reportes del Sistema de Vigilancia de la CVC, el caudal del río Cali, a la altura de la Planta de Potabilización de San Antonio, registró un nivel de 0,55 metros y un caudal de 0,73 metros cúbicos por segundo.

Aunque estos valores están dentro de lo esperado para la temporada seca, se considera necesario tomar medidas preventivas.

Sara Mercedes Rodas Soto, subdirectora de Calidad Ambiental del Dagma, destacó la importancia de la concienciación ciudadana sobre la conservación del recurso hídrico en la ciudad.

Explicó que las cuencas de los principales ríos que abastecen a Cali están reducidas debido al prolongado periodo de sequía.

“Todos debemos contribuir al uso responsable del agua para evitar complicaciones mientras esperamos la llegada de la temporada de lluvias”, señaló.

El impacto del cambio climático en los ríos de Cali

El cambio climático prolonga la temporada seca en Cali, intensificando la reducción de los caudales de los ríos.

Esto afectó, entre otros sectores, a la zona de La Reforma, donde Empresas Municipales de Cali, Emcali, tiene dificultades para captar agua en su planta de tratamiento.

En este contexto, las autoridades instan a la ciudadanía a evitar el desperdicio de agua, sobre todo en actividades no esenciales, como el lavado de vehículos o la limpieza de andenes.

El deterioro en la calidad del agua también es preocupante.

El Laboratorio Ambiental del Dagma reportó una disminución en el Índice de Calidad del Agua, ICA, en los principales ríos de la ciudad.

Esta reducción en la capacidad de los cuerpos de agua para diluir contaminantes se relaciona directamente con el bajo caudal.

Aunque hace solo un mes los ríos de Cali presentaban un ICA aceptable, en la actualidad la situación empeoró.

Iniciativas para revertir la crisis hídrica

Para mitigar los efectos de la sequía, el Dagma está implementando diversas acciones, entre ellas, la reforestación en áreas de conservación, la limpieza de ríos y quebradas, y el control de vertimientos ilegales.

Edgar Humberto Herrera, coordinador del Laboratorio Ambiental, señaló que la crisis hídrica es un desafío que exige la participación de todos los sectores de la sociedad.

“No es solo un asunto de las autoridades, sino de cada ciudadano. El uso responsable del agua es fundamental para garantizar que este recurso siga estando disponible para todos”, afirmó.

Cali enfrenta un escenario complejo que requiere acciones conjuntas y un cambio en los hábitos de consumo del agua.

La llegada de la temporada de lluvias aliviará la situación, pero, mientras tanto, las autoridades continuarán vigilando los niveles de los ríos e impulsando campañas de concienciación sobre la importancia de preservar el recurso hídrico.

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