Cuenta Milbia Vergara, habitante desde hace 20 años de Pampas del Mirador, que las vías estaban muy malas y la banca estaba partida. “Mi papá había hecho un muro provisional porque le daba miedo con la casa, no se inundaba pero había mucho lodo y la tierra se estaba desmoronando”, narra.

“Ahora -agrega- sentimos muy seguros porque pasó de que se estuviera bateando (volviéndose como una batea) a que ya el muro lo sostenga. Antes, el carro de la basura no podía pasar por el peso, ahora si entra normalmente. A la gobernadora muchas gracias porque de verdad estamos muy contentos”.

Algo similar confirma Nataly Muñoz, quien recuerda que anteriormente varios costales con tierra funcionaban como muro para evitar que entrara el agua hacia la vivienda.

Finalmente, Rosario Castillo Dorado, presidenta del grupo del adulto mayor, dijo que el agua escurría y hacía mucho daño a la gente que vive abajo. “Con la hecha de estos muros, que quedaron bonitos y bien construidos, ha pasado ya el peligro”.

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