Con el paso del tiempo, muchos hombres pueden notar cambios en su cuerpo que nunca imaginaron experimentar.

Uno de ellos poco conversado pero más frecuente de lo que se cree es el desarrollo de una curvatura anormal en el pene.

Aunque una ligera curvatura puede ser completamente normal, cuando esta es pronunciada, dolorosa o interfiere con las relaciones sexuales, podría tratarse de una condición conocida como enfermedad de Peyronie.

¿Qué es la enfermedad de Peyronie?

La enfermedad de Peyronie es un trastorno que provoca la formación de tejido cicatricial fibroso (llamado placa) dentro del pene.

Este tejido se acumula bajo la piel, y con el tiempo puede hacer que el pene se curve hacia un lado, hacia arriba o hacia abajo durante la erección.

Este fenómeno no solo afecta la forma del pene, sino también su funcionalidad. En casos más graves, puede provocar dolor, dificultades para mantener relaciones sexuales e incluso disfunción eréctil.

Se estima que afecta aproximadamente del 6 al 10% de los hombres, aunque la cifra real podría ser mayor debido al subregistro por vergüenza o desconocimiento.

¿Qué causa esta curvatura con el paso de los años?

Existen varias teorías sobre las causas de la enfermedad de Peyronie, pero la más aceptada es que resulta de microlesiones repetidas en el pene, muchas veces durante la actividad sexual o por un traumatismo accidental.

Con el tiempo, y en ciertos hombres predispuestos genéticamente, el cuerpo responde formando una cicatriz interna que no se reabsorbe.

El envejecimiento también juega un papel importante. A medida que los tejidos pierden elasticidad y la capacidad de regenerarse disminuye, cualquier lesión o inflamación puede dejar secuelas permanentes.

Factores como la diabetes, la hipertensión, el tabaquismo o ciertas cirugías pélvicas también pueden aumentar el riesgo.

¿Cuáles son los síntomas y cómo detectarla?

Los principales síntomas incluyen:

• Curvatura anormal del pene durante la erección.
• Dolor, especialmente durante las primeras fases de la enfermedad.
• Durezas palpables bajo la piel del pene.
• Acortamiento o estrechamiento del pene.
• Dificultad para tener o mantener una erección.

Es fundamental consultar a un médico si se presentan estos síntomas. Un diagnóstico temprano puede evitar complicaciones mayores y mejorar la calidad de vida del paciente.

¿Tiene tratamiento?

Sí. Dependiendo del grado de curvatura y del impacto en la vida sexual, existen distintos tratamientos:

• Medicamentos orales o inyectables para reducir la placa de fibrosis.
• Terapias no invasivas, como dispositivos de tracción o ultrasonido de baja intensidad.
• Cirugía, en casos severos, para corregir la curvatura o implantar prótesis si hay disfunción eréctil.

Es importante no recurrir a tratamientos caseros o productos no aprobados, ya que pueden empeorar el problema.

La curvatura del pene puede generar ansiedad, inseguridad o incluso afectar la autoestima. Sin embargo, es una condición médica tratable y más común de lo que parece.

Romper el tabú y hablar de ello con un profesional de salud es clave para recibir el apoyo necesario.

*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.

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