Cali, noviembre 11 de 2024. Actualizado: sábado, noviembre 9, 2024 01:43
Las relaciones tóxicas son más comunes de lo que pensamos, y muchas personas se encuentran repitiendo patrones con parejas que les causan daño emocional o psicológico.
¿Por qué ocurre esto? ¿Es casualidad o existe una razón psicológica detrás de la atracción hacia personas tóxicas?
A continuación, exploraremos las causas detrás de este fenómeno, desde una perspectiva psicológica, y cómo romper este ciclo para construir relaciones más saludables.
Una de las principales razones por las que atraemos relaciones tóxicas es porque tenemos heridas emocionales no resueltas. Estas heridas, a menudo causadas por experiencias en la infancia, pueden crear una predisposición a buscar relaciones que repiten patrones dañinos.
Por ejemplo, si creciste en un entorno donde el amor estaba condicionado o vinculado al maltrato, puedes sentirte atraído inconscientemente por parejas que replican ese tipo de dinámica.
La baja autoestima es otro factor crucial. Las personas con una baja percepción de su valor personal suelen buscar la validación externa en sus relaciones.
Esto puede llevarlas a tolerar comportamientos tóxicos, creyendo que no merecen algo mejor.
La dependencia emocional también juega un papel importante, ya que las personas dependientes temen estar solas y prefieren mantener una relación tóxica antes que enfrentar el vacío de la soledad.
La psicología también sugiere que las personas se sienten atraídas por lo que les resulta familiar, incluso si es perjudicial.
Si creciste en un ambiente conflictivo o abusivo, tu mente puede buscar recrear esas dinámicas en tus relaciones adultas porque es lo que conoces, aunque no sea sano.
El ciclo de la familiaridad hace que se repitan patrones nocivos hasta que la persona se da cuenta y trabaja conscientemente en romperlos.
El miedo al abandono es otra razón común por la que las personas permanecen en relaciones tóxicas.
Este miedo puede tener raíces profundas, provenientes de traumas infantiles, como el abandono emocional por parte de los padres.
Este temor puede llevar a aceptar comportamientos tóxicos, creyendo que es mejor soportar una relación dañina que enfrentar el dolor de ser abandonado.
Otro factor es el deseo de cambiar a la otra persona. Muchas personas en relaciones tóxicas creen que, con el tiempo, su pareja cambiará y se convertirá en la persona que desean.
Este pensamiento de “yo puedo arreglarlo” es peligroso porque lleva a una dinámica de poder y control, donde la persona que sufre se queda esperando un cambio que, en la mayoría de los casos, no llega.
Salir de un ciclo de relaciones tóxicas no es fácil, pero es posible. El primer paso es reconocer los patrones y comprender que mereces algo mejor.
Trabajar en la autoestima, poner límites y, en algunos casos, buscar terapia puede ser crucial para sanar las heridas emocionales y atraer relaciones más saludables.
También es fundamental aprender a estar bien con uno mismo, sin depender emocionalmente de una pareja para sentir valor personal.
Al enfocarse en la sanación personal y en aprender a establecer relaciones más saludables, es posible romper el ciclo y empezar a atraer personas que contribuyan positivamente a nuestra vida.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.
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