En medio de la crisis política y económica que afronta Brasil, la presidenta de este país suramericano,  Dilma Rousseff, enfrenta la apertura de un proceso de juicio político en su contra por presuntas irregularidades fiscales en el presente año.

El anuncio de la apertura procesal fue hecho por  el presidente de la Cámara Baja de Diputados, Eduardo Cunha, quien manifestó que la decisión busca “autorizar la apertura, no dar un juicio de mérito” y agregó que será la comisión especial que se creará la que acoja o rechace su pedido.

Dicha comisión estará conformada por miembros de todos los partidos, la cual se reunirá para decidir los méritos del pedido, que necesita los dos tercios de los votos de la Cámara para suspender a la presidenta por tres meses mientras se  adelanta un juicio en el Senado.

Al conocer la decisión de la Cámara,  Dilma Rousseff, expresó su indignación por la decisión y afirmó que las acusaciones son inconsistentes y que no tiene cuentas ocultas.

La mandataria es acusada por la oposición y juristas de Brasil de violar las leyes fiscales del país y manipular las finanzas públicas para lograr la reelección.

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