Darío Monsalve y Tulio Gómez le ponen suspenso a la campaña

Por: Mauricio Ríos Giraldo

El saliente arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, y el empresario Tulio Gómez tienen en suspenso la campaña por la Alcaldía de Cali.

Los dos están en el sonajero y a ambos les están insistiendo para que se lancen, pero, hasta el momento, ninguno de los dos ha confirmado -por lo menos públicamente- que tenga la intención de postularse al primer cargo público de la ciudad…

Sin embargo, tanto Monsalve como Gómez han adelantado acciones que alimentan la idea de sus posibles candidaturas.

La semana pasada -el 8 de diciembre- se conoció que el papa Francisco aceptó la renuncia de Darío de Jesús Monsalve como arzobispo de Cali. El prelado llegó a la edad de retiro, lo que coincide con el inicio del año electoral y, por su puesto, lleva a pensar que, al quedar libre de responsabilidades clericales, puede dedicarse a la política.

Al religioso casi que le están rogando del Pacto Histórico para que sea candidato, pues el petrismo tiene los votos para pelear la Alcaldía de Cali, pero hasta ahora no tiene con quien, porque los aspirantes de esa línea que se han destapado hasta el momento ni emocionan ni mucho menos podría unir a la izquierda.

Por su parte, Tulio Gómez se ha reunido con varios dirigentes políticos y con aspirantes a la Alcaldía de Cali. Los primeros, que son apostadores electorales, ven al empresario con potencial para ser candidato; mientras que los segundos tienen la esperanza de que el hombre de los supermercados no se lance y les dé su apoyo.

En el sector privado ven a Gómez como tabla de salvación, pues los posibles candidatos de origen empresarial carecen de arraigo popular, algo que él tiene, por lo que le insisten en que se lance.

Sin duda, el escenario de la campaña por la Alcaldía de Cali cambiaría mucho si Darío Monsalve y/o Tulio Gómez deciden meterse en la competencia, tanto que a los dos ya les están esculcando su presente y su pasado, en busca de posibles inhabilidades o información inconveniente, para complicarles el futuro o tratar de asustarlos para que no se lancen.